El artista holandés Bart Jansen quería rendirle un homenaje a Orville, su mascota, muerta en un accidente, y se le ocurrió transformarlo en un dron.
Aunque suene disparatado y resulte polémico, Jansen hizo que su gato volara en honor a Orville Wrigth, uno de los pioneros de la aviación a nivel mundial y por el cual lo apodó así.
Para concretar su controversial invento, el artista tomó clases de taxidermia. Así pudo disecar a su animal y, de esa forma, adaptarlo al equipo que construyó con el ingeniero Arjen Beltman, un experto en drones.
“Orville tenía que volar. Hice un dibujo de un gato con una hélice saliéndole de la espalda y dije 'hagamos un helicóptero'”, contó Jansen, según publicó el portal BBC Mundo.
Luego de disecar a su mascota, le puso cuatro hélices en las patas y, con ayuda de Beltman, le introdujo un motor operado por un control remoto. Sólo en materiales, gastó 2.500 euros. Le tomó un año concretar el monumento, al que llamó “Orvillecopter" y presentó en 2012.
Los siguientes proyectos concretados por Jansen fueron un tiburón al que le adosó una turbina, un dron fabricado con una rata y otro con un avestruz al que le adosó patines de aterrizaje de helicóptero. Ahora quiere utilizar una vaca para hacer un helicóptero que pueda transportar un pasajero.
Sobre Orville, reconoce que "no es el mismo gato que era cuando estaba vivo. Se ve muy diferente”.
Si bien hay gente que lo tilda de “loco”, “insensible” e incluso lo acusa de ser “un abusador de animales”, Jansen también ha recibido varios pedidos de personas que quieren que convierta sus mascotas fallecidas en drones.
Por lo pronto, este controversial inventor empezó a trabajar en su nuevo proyecto. “Nos acaban de llamar de una granja y una vaca murió por causa natural. Aceptamos su piel, así que estamos en el proceso creativo y de construcción”, anticipó el holandés.