Media hora de literatura diaria presenta beneficios en la salud, la educación o las habilidades cognitivas del lector.
Si ya lo decía Don Quijote: "El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Ahora, además, ¡vive mucho!
Y es que científicos de la Universidad de Yale (EEUU) han realizado un estudio en 3.635 personas mayores de 50 años en el que demuestran que aquellos que leen con asiduidad llegan a vivir hasta dos años más que los que olvidan los libros.
Por si la lectura no tuviera ya suficientes alicientes, ahora queda demostrado que además de transportar a nuevas vidas alarga la propia del lector.
12 años de seguimiento
El estudio realizado por tres científicos de la Escuela de Salud Pública de la prestigiosa universidad americana ha comprobado que, dentro del grupo de lectores sobre el que se han realizado 12 años de seguimiento, aquellos quededican a la lectura unas tres horas y media a la semana eran menos propensos a morir en un 17%, mientras que los que superan esas horas de lectura llegaban a alcanzar el 23%.
Una de las autoras del estudio, Becca R. Levy, revelaba a The New York Times: "las personas que leen un libro siquiera media hora al día experimentan significantes avances de supervivencia en su vida" y, además, añadía que estas mejoras no se limitan a la longevidad, si no que también obtienen beneficios "para su salud, educación, habilidades cognitivas y muchas otras variables".
Sin embargo, el motivo por el cual se presenta este alargamiento vital no se explica en el resumen de la investigación. De todos modos, el diario Independent recordaba que no es el único beneficio que se ha demostrado científicamente en torno a la lectura. Un estudio de 2008 demostraba que en un 48% había claras relaciones entre la delincuencia y el analfabetismoatendiendo a su nivel de lectura.
Mejor sueldo
Un estudio de la Universidad de Padua (Italia) publicado en el pasado mes de mayo desvelaba, además, que los niños que hayan tenido la oportunidad de acceder a diferentes libros tendrán una renta superior en su etapa adultaque aquellos que apenas los hayan tocado.
Dicho lo cual, no es la pequeña Matilda -cuya película cumplía 20 años recientemente- la única que nos recuerda las maravillas que uno puede encontrar dentro de los libros. Ahora, además, queda científicamente demostrado.