Dejar el tabaco, ir al gimnasio, cumplir con tu dieta... Un estudio científico descubre cómo automotivarte.
En 1968, Philip K. Dick imaginó una máquina capaz de manipular el estado de ánimo en ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Desde la depresión hasta la alegría. Casi medio siglo después de la publicación de la novela que inspiróBlade Runner, la existencia de un aparato semejante continúa sonando a ciencia ficción. Sin embargo, el control de las emociones está cerca de convertirse en realidad.
El área tegmental ventral (A.T.V.) es la zona de nuestro cerebro donde se encuentran las neuronas encargadas de activar la motivación. En la Universidad de Duke (EEUU) se preguntaron qué pasaría si pudiésemos controlar esa zona, responsable de funciones como el aprendizaje o la memoria. Experimentaron con 73 personas para averiguar si estas neuronas podrían ser entrenadas y sorpresa: podemos hackear nuestro cerebro para motivarnos.
Los individuos fueron sometidos a una prueba dividida en tres partes. En la primera, se les pidió que intentasen activar su A.T.V. para automotivarse, pero no fueron capaces. Sin embargo, pese a que la segunda parte de la prueba fue esencialmente igual, esta vez se les permitió observar en una pantalla su actividad cerebral en tiempo real, mostrándoles el camino hacia el A.T.V. En esta ocasión, los 73 pudieron llegar a él y controlarlo. Pero lo más relevante ocurrió cuando la prueba se repitió otra vez sin ayuda de la pantalla: todos lograron controlar su automotivación.
«Estos resultados son importantes ya que demuestran que no sólo es posible controlar localmente una región, sino el circuito asociado a las emociones», explica el doctor Ignacio Obeso, neurocientífico cognitivo del hospital CINAC-HM Puerta del Sur. Según él, en el futuro este neurofeedbackpodría ayudar a pacientes con trastornos emocionales como la depresión o la ansiedad, y, sobre todo, a personas con problemas cognitivos como el Alzheimer.
«Con un mayor desarrollo, se podrán esculpir ciertas regiones del cerebro, entrenando el control sobre las emociones con mayor facilidad», asegura el experto. Un hackeo cerebral motivacional que permitiría que dejar de fumar, ir al gimnasio o seguir la dieta dejasen de ser tareas imposibles.
La mayor parte del comportamiento humano está guiado por emociones, y su control implicaría moldearnos como individuos. Y claro, si de paso podemos estar más cerca de parecernos a Harrison Ford, mejor.