Como CEO de la firma de lencería Prima Donna, Ignace Van Doorselaere, lleva años tomando decisiones sobre qué necesitan las mujeres y cómo hacer sujetadores que colmen sus expectativas.Sin embargo, con motivo del 'Día de la Copa E' se dio cuenta de que, en realidad, no sabía nada sobre las incomodidades o problemas que tienen las clientas con el pecho grande. Por eso, decidió colocar unas pesas a todos sus empleados masculinos durante toda una jornada laboral.
"¿Como hombre, cómo puedes saber lo que es vivir con una talla grande de pecho?", se pregunta Van Doorselaere al principio del anuncio. El CEO de la firma reconoce que tienen "un arsenal de técnicas de marketing para investigarlo", pero aún así los hombres de la compañía no pueden saber exactamente qué sensaciones tiene una mujer de talla grande. Ante el estupor de sus compañeras, en el vídeo se puede ver a los trabajadores de la compañía cargando material, en reuniones o bromeando con las pesas colgando de su cuello.
Pero pasar un día entero con pesas de 1 kilo colgando también tuvo consecuencias negativas. "Dolores de cuello, espalda o marcas rojas" son algunos de los inconvenientes que Van Doorselaere describe en el vídeo, que finaliza con una conclusión: "Tener una buena sujeción es muy importante, todo el mundo en Primma Donna lo sabe ahora".
Otras experiencias
No es la primera vez que un creativo intenta ponerse en la piel de una mujer. En febrero de 2015, Jason Bramley , Steve Hanson y Jonny Biggins, directores de 'The Book of Everyone', se encontraban preparando una edición especial para el día de la madre cuando les surgió una idea: meterse en la piel de una mujer embarazada durante 30 días. Así nació el proyecto 'Three pregnant dads', en el que estos tres hombres pudieron probar (aunque solo fuera un mes) cómo es convivir con las incomodidades de tener una barriga de 7 u 8 meses. Quisieron compartir la experiencia y, para ello, la documentaron en sus propios cuadernos de bitácora, diarios 'online' y vídeos.
Aunque sea por obra y gracia del marketing, cada ver más hombres se atreven a experimentar qué sienten las mujeres en algunos momentos de su vida. Un experimento especialmente útil si dirigen empresas que fabrican productos destinados a cubrir las necesidades específicamente femeninas. Esto también se ha llevado al terreno televisivo. En el último programa de la periodista Samanta Villar, '9 meses con Samanta', en el que narraba su embarazo, su pareja decidió probar un simulador de dolores del parto para percibir, solo por unos minutos, cómo se sienten las mujeres a la hora de dar a luz.

El Mundo