Una prueba de laboratorio que realizaron en la UADE permitió retratar los 80 millones de bacterias que se intercambian en un beso.
Todo está en un beso. La confirmación de un amor, pero también el desengaño. La pasión y la duda, miles de misterios e historias pueden esconder un simple beso. Pero ahora un estudio pone en jaque a esa demostración de afecto: un beso contiene 80 millones de bacterias distribuidas en 700 tipos diferentes.
En plena semana de la dulzura la Facultad de Ingeniería y Ciencias Exactas de Fundación UADE realizó una prueba en sus laboratorios para demostrar las bacterias que se esconden detrás de cada beso. El estudio, realizado en una placa de Petri -recipiente que contiene los nutrientes necesarios para que las bacterias crezcan al punto de hacerse visibles al ojo humano- demostró que cada beso contiene millones de microorganismos.
"Si tuviéramos la capacidad de observar a nuestro alrededor con un aumento de unas 100.000 veces, podríamos ver todo el tiempo miles de millones de organismos vivos que se mueven, respiran y se pasean a nuestro lado, ingresando a nuestro cuerpo por la boca, la nariz, los oídos, los ojos, las heridas, etc. La boca, especialmente, es uno de los principales lugares por donde ingresan estos "bichitos", ya sea a través de los alimentos, del propio aire, y también cuando besamos", indica el comunicado de UADE.
¿Por qué les gusta tanto la boca a los microorganismos? La respuesta está en que allí tienen muchas condiciones favorables para vivir y multiplicarse: hay alimentos frescos, buena temperatura, y humedad. Durante un beso en la boca se intercambian más de 80 millones de bacterias, distribuidas en 700 tipos.
Pero no sólo lo dicen desde esta universidad, la mismísima Ministra de Salud de la provincia de Buenos Aires, la médica Zulma Ortiz, había recomendado en mayo pasado “vacunarse más y besarse menos” para así prevenir la transmisión del virus de la gripe. También había aconsejado "incorporar en nuestra cultura la táctica de mantener distancia con las personas que experimentan síntomas gripales".
Sin embargo -de vuelta en el comunicado de la UADE- se aclara que muchas de las bacterias que se intercambian ayudan a nuestro metabolismo, y muchos de ellos son indispensables para nuestra vida. Para tranquilizar a la población afirma entonces que hay que seguir besándose: “Sin temores a pesar de las millones de bacterias que nos transmitimos con cada beso porque eso, al fin y al cabo, nos mantiene con las defensas altas”.