El Estado, y no la firma norteamericana, controlará la legalidad de la semilla de soja en los puertos, dijo Buryaile.
El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, anunció ayer que el Gobierno llegó a un acuerdo con la cadena de comercialización de la soja para cerrar la disputa por los controles que Monsanto hacía en los puertos por su tecnología Intacta, resistente a insectos.
Según informó el funcionario, el Instituto Nacional de Semillas (Inase) será el organismo que hará la fiscalización para determinar la procedencia legal o ilegal de la semilla usada por el productor. Si el origen es ilegal, el Inase aplicará sanciones en el marco de la actual ley de semillas, mientras las empresas proveedoras de tecnología, como Monsanto u otras, con esa información disponible podrán hacer luego los reclamos de pago a los productores u accionar por vía judicial. Se estima que llevará tres meses todo el proceso desde que se detecta una semilla ilegal o sin declarar, se otorga el descargo al productor y una posterior sanción oficial.
El Inase podrá hacer convenios con otras instituciones, como la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Se aguarda la publicación de una resolución en el Boletín Oficial que dará cuenta de este punto, entre otros. Para el control y fiscalización se incrementará el presupuesto del Inase en unos $ 90 millones sobre los actuales $ 119 millones. "Hemos llegado a un acuerdo con la cadena. El Inase es el único que puede controlar", dijo Buryaile, que no quiso hablar de vencedores o vencidos en esta disputa.
Las máximas autoridades de Monsanto vinieron al país en los últimos meses para negociar una salida y el Gobierno también puso al coordinador del gabinete de ministros, Gustavo Lopetegui, en el rol de facilitador de las negociaciones. Ayer, Buryaile felicitó a su jefe de Gabinete, Guillermo Bernaudo, en quien confió la negociación el último tiempo.
El ministro indicó que el productor "no está obligado a firmar ningún contrato", pero los contratos firmados serán respetados. Vale recordar que Monsanto impuso en los contratos de granos una cláusula para asegurarse el control en los puertos. Del anuncio participaron entidades del agro, exportadores, acopiadores, bolsas de cereales, semilleros y directivos de Monsanto.
Fernando Giannoni, vicepresidente de Monsanto para América del Sur, valoró el anuncio. "Me parece positivo; es un paso para transparentar el mercado de semillas", dijo. Agregó que la empresa retira para esta campaña "voluntariamente" la cláusula cuando se haga operativa la resolución del Inase y Agroindustria apruebe el método de control. Giannoni ratificó que la empresa va a seguir "haciendo respetar los contratos privados".
Pese al acuerdo, Giannoni dijo que seguirá suspendida la introducción al país de XTend, otra tecnología de Monsanto. La firma quiere ver cómo marcha lo negociado con el Gobierno. Una vez que se difundió el acuerdo, las acciones de la multinacional en los Estados Unidos cerraron con una suba de casi el 2 por ciento.
Desde las entidades del agro, Omar Príncipe, presidente de Federación Agraria Argentina, reconoció el "esfuerzo de Agroindustria", pero alcaró que "la disputa no terminó" porque, en su opinión, resta que se expida Defensa de la Competencia sobre una denuncia contra Monsanto. Para Dardo Chiesa, de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Agroindustria encontró "una manera inteligente" de terminar el conflicto.