Algunas curiosidades alrededor de la historia de la conmemoración de la muerte de Manuel Belgrano
En mayo de 1936, en tiempos en que la construcción del obelisco avanzaba en el centro de la ciudad, diez hombres se reunieron en Ecuador 1250, entre Charcas y Mansilla. Estos hombres fueron Luis Agote Robertson (hijo del doctor Luis Agote), Gervasio y Daniel Videla Dorna, Raúl y Alfredo Etcheverry, Ricardo Alberti (el dueño de casa), Luis María Ferraro, Ramón Oscar Castilla, Carlos Rojas Torres y Jorge Seré.
La convocatoria tenía que ver con una molestia general: el 1 de mayo chocaron en el centro de la ciudad los dos bandos de inmigrantes que se enfrentaban por la Guerra Civil española. Como las dos columnas portaban la bandera argentina, el pabellón terminó siendo protagonista de estos hechos ajenos a nuestra soberanía.
Los convocados deseaban realizar un homenaje de desagravio al pabellón. Resolvieron encargar una gran bandera (de 15 metros de largo) a la Casa Vaca, ubicada en Pellegrini entre Santa Fe y Arenales.
Consiguieron que el Arsenal de Guerra les armara un cofre cuadrado de 2,30 metros por lado, cuyas manijas de bronce se hicieron con cañones que usó Belgrano en el Alto Perú. Para pagar la bandera y el cofre, realizaron una colecta entre amigos.
Donaron la bandera a la Municipalidad. La recibió el intendente Mariano de Vedia y Mitre y se dispuso izarla el sábado 20 de junio (aniversario de la muerte de Belgrano) en la Plaza de la República, junto al ya concluido obelisco. Del acto participó el presidente Agustín P. Justo. Al año siguiente se repitió la ceremonia en la Plaza de Mayo (ver foto) y el presidente Justo fue quien izó la bandera donada.
En 1938 se estableció, por ley del Congreso, el feriado del 20 de junio, denominado: "Día de la Bandera". Aquel pabellón que encargaron los promotores de la idea pasó a Rosario, al Monumento a la Bandera, en octubre de 1971.