El secretario de Seguridad insiste con acusar al candidato; "No pareció una víctima, sino un empresario de cámaras de vigilancia", afirmó.
El secretario de Seguridad, Sergio Berni, negó esta mañana que el robo a la casa de Sergio Massa tenga relación con una interna en las fuerzas de seguridad.
En cambio, insistió con la idea de "una operación política" y de un "show montado" tras la conferencia que brindó ayer el actual intendente de Tigre y candidato a diputado nacional por el Frente Renovador. "Todos los ciudadanos tenemos la sospecha de que esto fue montado. Los que actuamos de buena fe creímos que había sido un robo hasta ayer. Hoy no nos cabe duda de que se trató de una operación mediática", cuestionó.
Después de que Massa dejara entrever que el hecho podría ser un intento de intimidación vinculado con la campaña electoral, el secretario de Seguridad salió al cruce y arremetió: "La gravedad de todo esto es que Massa mintió porque el que le robó era conocido de él y ayer no lo dijo". Y añadió, en esa misma línea de pensamiento: "Massa no parecía una víctima, sino un empresario de cámaras de vigilancia haciendo lobby".
Por otro lado, Berni reiteró que otro de los aspectos criticables del caso es "la manipulación que realizó la Justicia para que el hecho no tomara estado público" y no la particularidad de que "se haya mantenido en reserva". "El procedimiento estuvo viciado de nulidades", concluyó el funcionario.
PEDIDO DE CASAL
Dadas las suspicacias generadas en torno al hecho, el ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, pidió apartar del cargo al fiscal que intervino en Tigre.
"Se necesita una investigación con más transparencia y un funcionario con criterios más objetivos", dijo el ministro mediante un comunicado de prensa.