En Uruguay un profesor asistió al Cementerio Central de la ciudad de Salto con los alumnos de su clase y no se imaginó lo que iba a pasar. Mientras paseaban por las bóvedas, los niños sacaban fotos y registraban todo lo que les llamaba la atención, ya que esa era la tarea que el docente les había pedido.
Sin embargo, cuando llegaron al aula y comenzaron a ver sus registros, notaron que detrás del vidrio de un panteón había un niño. Para algunos de los alumnos, el “fantasma” los saludaba; pero para otros estaba pidiendo ayuda porque su puerta estaba encadenada.
Según el profesor, charlaron sobre el tema en el aula pero para no generar más temor en los alumnos decidió cerrarlo rápidamente.