Dos asaltantes ingresaron en una sucursal del Banco Santander Río de la zona del puerto y escaparon con casi un millón de pesos. Toda la operación les demandó apenas dos minutos.

Los delincuentes huyeron en un automóvil conducido por un cómplice. Según fuentes policiales, la identificación de los sospechosos se complicaría porque llevaban puestos cascos de motociclista que les permitían mantener sus rostros semicubiertos.

El robo ocurrió después de las 15, cuando ya no se atendía al público y había sólo dos empleados de una empresa de seguridad privada. Para ingresar esperaron el momento en que solamente había personal de la entidad. Avanzaron hacia el salón habilitado las 24 horas para el uso de cajeros automáticos, y luego pasaron a la línea de cajas tras abrir las puertas vidriadas que a esa hora ya están cerradas con llave. Con rapidez y seguridad en sus movimientos, los dos autores tomaron el dinero en efectivo que había en las cajas y también el que estaba cargado en los cartuchos que abastecen los cajeros automáticos, y huyeron.

 

Fuente: Diario “La Nación”