Esta noticia inesperada trata de encontrar fundamentos en los problemas del comportamiento del tiempo en el hemisferio sur, puntualmente en los excesos hídricos de Argentina sin embargo es bueno analizar cuanto pueden influir las pérdidas de cosecha de nuestro país en el mercado mundial.
En los últimos años los escenarios han cambiado para la soja, Sudamérica se consolida como el principal exportador del complejo sojero, siendo Brasil el mayor exportador de poroto de soja, y Argentina el principal exportador de Aceite y harina de soja. Esto siempre es un potencial riesgo bajista ya que la mercadería en manos de países agro exportadores genera una presión adicional bajista a los precios. Siempre se paga menor precio a quien no puede consumir en el mercado interno las producciones.
Si a esto le sumamos que el mundo no tiene problemas de abastecimiento, los stocks finales de soja proyectados son de 80 millones de toneladas, las pérdidas de Argentina tendrían que ser considerables para esta reacción.
Una buena pista sería estimar la pérdida local, que los analistas  proyectan entre 3 y 6 millones de toneladas menos, que claramente afectan en el comercio mundial pero la exportación de porotos es de 130 millones aproximadamente y la sumatoria del complejo sojero (sumando el aceite y la harina de soja) llega a 207 millones de toneladas. Por lo tanto una pérdida del diez por ciento de la cosecha local (6 millones) solo afecta en un 3 % de las exportaciones mundiales con abultados stocks. Creo que una sola noticia no es suficiente para sostener estos valores teniendo en cuenta la incidencia en el mercado mundial.
Las noticias macroeconómicas globales no dan señales de recuperación de la demanda por lo tanto las mejoras en las cotizaciones se justifican con menor producción, por lo que estos valores y en este rally de precios sin dudas es una buena ocasión para aprovechar. Si queremos obtener el máximo beneficio de esta coyuntura tenemos que tener en cuenta que los precios de Noviembre muestran un menor descuento, posiblemente efecto de que en Diciembre se eliminarán cinco puntos porcentuales de los derechos de exportación (retenciones) de la soja, y el tipo de cambio debería ser mayor factor reflejado en los mercados de futuros de Dólar.
Es hora de agudizar el ingenio, diseñar estrategias flexibles porque empieza el mercado climático americano y podemos tener épocas de elevada volatilidad que afectan a las estrategias de comercialización.
En síntesis no encuentro factores fundamentales de pesos que justifiquen esta increíble suba, y desde el punto de vista técnico es asombroso que todavía no veamos un “ajuste técnico” o toma de ganancias, ya que los indicadores muestran un mercado en el terreno de las sobre compras.
Analizando el maíz luego de conocido el informe de superficies de siembras proyectadas en Estados Unidos que indicaba mayor número de hectáreas, se le sumó la noticia que China consumiría algo más de 200 toneladas que el gigante asiático mantenía como “reservas estratégicas” tuvimos días de fuertes bajas, y cuando todo indicaba que el precio se preparaba para seguir descendiendo, vimos una espectacular recuperación cercana al 15 % en solo 10 días de operatoria.
Los más optimistas ya hablan de cambio de tendencia, yo me permito disentir en el análisis y creo que lo de la soja es coyuntural, mientras que en el maíz todavía pueden seguir apareciendo buenas noticias que afirmen las cotizaciones.
Estamos en un mercado lleno de euforia donde las cantidades operadas en los mercados internacionales han crecido, y cuando los precios suben acompañados con mayor cantidad de operaciones indican una tendencia saludable.
Por lo tanto si Usted tenía pensado hacer caja con el maíz y retener la soja, le diría que revise la estrategia, desde mi óptica, si tiene soja disponible es buen momento para vender, si retiene para noviembre tome coberturas flexibles y si quiere puede esperar para definir qué hacer con el maíz.
Por Juan Vasquetto