Te mostramos qué tal se comporta el nuevo smartphone de la compañía, con Android 4.1, pantalla Full HD y chip de 4 núcleos que ya se vende en la Argentina.
Estuve probando por unos días el Sony Xperia ZL, que su fabricante anunció en el país hace unas semanas. El Xperia ZL es el casi gemelo del Xperia Z; ambos fueron presentados en enero último en Las Vegas. La diferencia: el Xperia Z, como la Tablet Z que estuvimos probando, es sumergible, además de muy delgado. El ZL no es delgado ni sumergible, pero a cambio es bastante compacto para tener una pantalla Full HD de 5 pulgadas; de hecho, es más bajo que el Samsung Galaxy S4 ( aquí, la reseña ) y el HTC One (disponible en el país en los próximos meses), sus principales competidores.
RESUMEN PARA LOS FALTOS DE TIEMPO
El Xperia ZL es un digno competidor del Galaxy S4, el HTC One u otros equipos de ese porte, con prestaciones similares, aunque sin tanta sofisticación en el software que agregan los fabricantes y un hardware apenas más modesto. La cámara es buena, y la batería alcanza para una jornada de uso (pero no más) sin tener que recargarla. Android 4.1 funciona adecuadamente en este equipo, sin perder agilidad con varias aplicaciones corriendo en segundo plano.
Movistar lo ofrece a 3599 pesos; Personal a 3999 pesos (ambos con un plan de 299 pesos), y Claro a 4299 pesos con un plan de 250 pesos.
¿QUÉ TIENE, ENTONCES, EL XPERIA ZL?
Primero, una pantalla LCD Full HD; como todas las de su clase, semejante densidad de pixeles hace que todo lo que se muestra en pantalla se vea muy sólido, no se aprecie la curva de las tipografías, etcétera. Tiene buena visibilidad a la luz del sol, aunque el ángulo de visión es mejor en paneles AMOLED (como el del Galaxy S4) o IPS (como el del iPhone, BlackBerry Z10, etcétera). Qué significa esto: si ves el equipo en un escorzo pronunciado los colores no se ven correctamente.
El frente del equipo se completa con la cámara frontal (en la base del equipo, como el Nokia N9), el logo de Sony arriba y un LED de notificación (es una línea, en rigor) para alertar de mensajes nuevos, llamadas perdidas y demás.
Aunque tiene el mismo ancho que el S4 y el One, el ser más corto lo hace parecer más pequeño; va tan cómodo en la mano como otros de su clase. El Xperia ZL tiene 9,8 mm de grosor, muy cercano al HTC One y alejado del Galaxy S4 (7,9 mm), el iPhone 5 (7,6 mm) y otros teléfonos finitos. Qué tan importante es esto dependerá de cada uno, pero no me pareció grave, aunque lógicamente aumenta el volumen general del equipo.
El lateral izquierdo tiene, arriba, el conector MHL (USB y HDMI en un mismo puerto); en el lado opuesto, los botones de volumen, el de encendido y bloqueo de pantalla en el medio (redondo, metálico) y en la otra punta el botón para activar la cámara.
La espalda del Xperia ZL está hecha de plástico, con un tramado muy conveniente para evitar que el teléfono se patine de la mano. Estéticamente no esta mal, salvo por la tapita que le agregaron en la base y que permite acceder a las ranuras para la microSIM y la memoria microSD. Es una pena, porque ese rectángulo (al que usuario normal accederá poquísimas veces) rompe las líneas visuales del equipo (aunque no sobresale) y hubiera quedado más disimulado como una bandeja de entrada lateral, como han implementado varios fabricantes.
Atrás está también la cámara de 13 megapixeles, el flash LED y un parlante, además del micrófono secundario. Un anillo metálico protege el lente (levemente hundido) aunque el sobresalir del resto del equipo hará que se ligue la mayoría de los golpes si apoyamos el teléfono con descuido sobre la mesa.
EN EL INTERIOR HAY LUGAR
La cámara del Xperia ZL me pareció muy buena; el sensor es un Exmor RS de Sony, que de hecho es el proveedor de varios otros fabricantes (como el Galaxy S4). Las fotos son nítidas y con buen color, y suman las funciones típicas (detección de rostros y sonrisas, modo nocturno, HDR, etcétera). No hace magia, y hay equipos más sensibles en escenas nocturnas (como el Nokia Lumia 920 que reseñamos hace un tiempo o el HTC One), pero cumple su rol. También graba video en Full HD de buena calidad (y con HDR en video).
Sony no agregó funciones extra a la cámara como HTC o Samsung, pero hizo algo que me parece más útil: incluyó un botón físico para la cámara que, como en los equipos con Windows Phone, permite desbloquear el equipo y comenzar a tomar fotos en segundos; incluso es posible definir una acción para el botón (que active la cámara, que la active y tome una foto, que la active y comience a grabar video).
El Xperia ZL usa Android 4.1 ( actualizable a 4.3, según la compañía ), tiene 2 GB de RAM y un chip Qualcomm Snapdragon S4 (Krait) a 1,5 GHz, además de 16 GB internos (11,7 GB disponibles para el usuario), conectividad 3G, Wi-Fi, GPS, Bluetooth, NFC, radio FM y una batería no removible de 2370 mAh. Me permitió llegar al final del día con una sola carga y el 3G prendido en forma permanente, pero sin resto; he visto equipos con un poco más de autonomía. Sony incluyó la posibilidad de activar varios perfiles para aprovechar mejor la carga, como el pausar la descarga de datos (2G/WG/Wi-Fi) cuando se bloquea la pantalla, o activar automáticamente el Wi-Fi según nuestra ubicación
Suma, como el Galaxy S4 y el HTC One, un puerto infrarrojo al lado del botón de bloqueo. No tuve problemas al usarlo para controlar televisores de varias marcas, y se pueden tener varios perfiles preconfigurados, aunque hay que usarlo en modo apaisado, lo que es muy molesto.
ANDROID SEGÚN SONY
Como es de esperar, Android corre muy bien en este procesador. Las pruebas de laboratorio dicen que no es el más rápido del mercado ( las creíbles, al menos ) pero es claramente un tope de línea, y todas las aplicaciones cargan sin inconvenientes. Los 2 GB de RAM ayudan, sin duda.
La adaptación visual que Sony hace de Android 4.1 es menos radical que en otras ocasiones. La pantalla de bloqueo tiene un superfluo acceso directo a la cámara y a la aplicación de música, y listo. La barra de notificaciones tiene unos discretos controles de sonido, Bluetooth, Wi-Fi, y datos. Los paneles de aplicaciones se pueden ordenar de varias formas. Los agregados están en la aplicación para gestionar las fotos y los videos y la música; no me pareció que aportaran algo mejor que los originales (salvo un buen ecualizador para el reproductor de audio), pero están bien. El teclado, que incorpora la posibilidad de dibujar el recorrido de las letras que completan una palabra (al estilo de Swype y SwiftKey) funciona adecuadamente; los que prefieran el estándar de Android lo pueden descargar de la tienda de Google.
Lo que sí cambia es el administrador de aplicaciones activas; además de mostrar una columna con los programas que estuvimos usando permite activar pequeños programas de tareas específicas (un temporizador, un grabador de audio, una calculadora, un monitor de recursos, un anotador tipo Post-It, etcétera). Son muy útiles. En la tienda de Google hay más. Al elegirse quedan como widgets flotantes, sin importar qué aplicación se esté usando. Es decir, se ven todo el tiempo en pantalla, aunque se puede cambiar su ubicación a voluntad. Además agregó Sociallife, que combina las actualizaciones de Twitter, Facebook y fuentes RSS en una misma aplicación; en Google Play hay mejores, pero no está mal.
Sony también permite definir una paleta de colores para el fondo y las barras de títulos, cambiar el tamaño de la tipografía y definir cómo se compartirá el contenido del equipo (usando el cable MHL o el estándar inalámbrico DLNA). También suma una suite de oficina, una interfaz para usarlo en el auto, una versión de prueba del software de mapas Wisepilot y un centro de recomendaciones de software.
CONCLUSIÓN
Me pareció un muy buen equipo, que merece estar entre los mejores que están disponibles hoy en el país (aunque no los supere). Algunas falencias leves (la pantalla, el grosor del equipo) se equilibran con aciertos, como el botón de la cámara o la interfaz de usuario, para dar un equipo sólido, tanto por el hardware como por el software que ofrece.