Enviar cada kilo de equipamiento al espacio vale oro. De allí que mientras más liviano y menos volumen ocupen mejor. El módulo inflable Beam cumple con estos requisitos de ahorro.
Ahora la Nasa probará si resiste las inclemencias del espacio. Beam será lanzada hoy en la octava misión de reabastecimiento Dragón de SpaceX. Se acoplará a la Estación Espacial Internacional (EEI) por dos años durante los que se analizará su funcionamiento.
Beam (Módulo de Actividad Expandible Bigelow) fue desarrollado por Bigelow Aerospace a partir de una patente de la Nasa de la década de 1990. Se compone de diferentes capas de tela que se expandirá cuando se instale en la Estación Espacial Internacional.
Varios sensores en interior monitorearán los cambios de temperatura y radiación, así como su resistencia a posibles impactos de basura espacial.
Durante su tiempo en el espacio, la esclusa que separa Beam de la EEI permanecerá cerrada. Los astronautas entrarán sólo para recopilar datos y ayudar al progreso del experimento. Si se pincha, Beam está diseñada para comprimirse lentamente.
La misión se evaluarán una serie de procedimiento como su capacidad de expandirse, las técnicas de embalaje y la capacidad de protección contra la radiación y su durabilidad térmica, estructural y mecánica.
El brazo mecánico de la EEI acoplará la habitación inflable al módulo Tranquility donde luego se inflará.
Estos módulos extensibles ocupan menos espacio en un cohete, pero una vez establecidos, proporcionar mayor volumen para vivir y trabajar en el espacio. De heche, Beam ocupa 3,6 metros cúbicos en el cohete, pero expandido forma una habitación de 16 metros cúbicos.
Durante viajes prolongados como el prevista por la Nasa a Marte, los astronautas necesitan hábitats que sean duradero y fácil de transportar y de instalar.