Plantarán 2.500 ejemplares en cinco hectáreas ya protegidas. Es un árbol nativo en riesgo de extinción, que crece en altura.
Villa de Las Rosas. Un grupo de voluntarios prepara 2.500 plantines de tabaquillos que en enero plantarán en una ladera del cerro Champaquí, el más alto de Córdoba. La Fundación Academia Biosférica, de esta localidad de Traslasierra, es la responsable del proyecto de reforestación.
El tabaquillo es un árbol característico y autóctono de la zona alta de las Sierras, crece sólo por encima de los 1.200 metros y es apreciado por su particular belleza. Sin embargo, está en riesgo de extinción. “Comenzamos en abril con los almácigos, ahora estamos haciendo el repique, es decir, pasamos la planta a un tubo plástico para que crezca la raíz”, cuenta Alberto Martínez, docente de biología y participante del proyecto junto a estudiantes del profesorado de esa disciplina de Villa Dolores.
Las 2.500 plantas, que en enero tendrían unos 30 centímetros, serán distribuidas en la zona que se denomina “filo de la cuesta de los cerros”, camino a la cima del Champaquí, donde la fundación organizadora tiene campos. Allí, se han preparado ya unas cinco hectáreas alambradas para proteger del ganado el futuro nuevo bosque de tabaquillos.
“Debido a la ganadería y los incendios se ha perdido mucho tabaquillo en la zona. Representan los únicos bosquecitos de altura y es importante su función al permitir que el suelo de las laderas absorba agua y la almacene”, explica Martínez, también titular de la ONG Eco Traslasierra.
En enero se convocará a quienes quieran sumarse al proyecto. Voluntarios acamparán tres días en el cerro.
Salir del aula. “Colaboramos porque estamos convencidos de que la parte teórica se debe complementar con la parte práctica y social activa, sabemos que seremos docentes y que tenemos que estar a la par de nuestras comunidades”, dice Nicolás Fioretti, de cuarto año del profesorado de Biología de la Escuela Normal en Villa Dolores.
Luisina Vega Díaz, del mismo año, relata: “Es la primera vez que participo, quiero ser consecuente con lo que estudio y estar a la altura de lo que voy a enseñar, era una necesidad ponerme en acción”.
Julio Domínguez, de la ciudad de Córdoba, participa en experiencias similares desde 1997. “Empezamos con reforestaciones en Los Gigantes y la experiencia fue muy positiva, por eso me sumé también a este proyecto”, explica.
Una vez concretada, al menos un pequeño manchón de bosque nativo se verá en las alturas. Un terreno ganado, ante tanto que se fue perdiendo. Y una apuesta para mostrar que se puede recuperar.