Agustín y Elena, sus personajes en la tira, concretaron su amor en una estancia, lejos de la familia Villalba. Y ardió la pantalla.
La historia entre Agustín (Gonzalo Heredia) y Elena (Agustina Cherri) en Los ricos no piden permiso era uno de los conflictos que más prometían en el lanzamiento de la ficción de El Trece, por la típica convención de género del culebrón: el amor imposible entre dos personas de diferente posición económica.
Pero el amor (como siempre en las novelas), pudo más y por fin tuvo su consumación en una noche de amor.
En el capítulo se vio cómo Agustín sorprendió a Elena con una cita en una estancia vecina, y allí, con un contexto por demás romántico, se entregaron a la pasión, sin que nadie, esta vez, interrumpa su deseo, ese deseo que surgió apenas la mucama pisó por primera vez la casa Santa Elena. "Estamos solos, ¿no era lo que querías?" le preguntó él cuando ella entró a esa casa.
La escena estuvo altamente promocionada, e incluso Cherri aportó expectativa sumándose con mensaje en Twitter. Pétalos #AGUSLENA #LosRicosNoPidenPermiso", escribió en la red social junto a una imagen de la pareja en la cama.