Tener una huerta en casa no sólo está asociado con los beneficios de la jardinería -tanto físicos como mentales- sino que cultivar distintos tipos de vegetales además es una excelente manera de llevar una vida más sana.
Vegetales al alcance de la mano. De eso se trata la propuesta que se convirtió en toda una tendencia en el mundo: actores como Johnny Depp, Jennifer Aniston o Julia Roberts confesaron tener su propia huerta.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), aseguró que las huertas domésticas "se están convirtiendo en una fuente cada vez más importante de alimentos e ingresos para las familias".
Y además, es muy sencillo de hacer, incluso para aquellos que nunca se habían animado a la jardinería.
Espinaca
Son fáciles de plantar y crecer rápido. Se pueden cultivar en pequeñas huertas, separadas por unos 30 centímetros de distancia entre sí, o esparciendo las semillas en maceteros con un poco de tierra orgánica y agua.
La espinaca tiene un alto nivel nutritivo y es un potente antiinflamatorio. Tiene beneficios neurológicos y ayuda a regular la presión arterial y a mejorar el metabolismo. Además, puede sobrevivir al invierno y consumirse en primavera.
Otras opciones son la rúcula y la lechuga, ricas en nutrientes.
Zanahorias
Este tubérculo es uno de los más fáciles para cultivar: un poco de tierra orgánica y listo, en poco tiempo se obtendrán las zanahorias. Si se decide hacerlo en macetas, deberán ser bien profundas.
Dependiendo del tipo de suelo, pueden muchas veces salir torcidas aunque serán igual de deliciosas (Dato curioso: un granjero en California se le ocurrió crear las "zanahorias bebés" justamente con aquellas que no eran perfectas, dándoles esa forma)
Las zanahorias son ricas en vitamina A, antioxidantes y fibra dietética.
Suele decirse que es buena para la vista pero, además, si se come cruda fortalece los dientes y las encías. También ayuda a combatir el estreñimiento y vigoriza las mentes cansadas.
Pueden sembrarse a lo largo de todo el año y crecen sin gran dificultad.
Tomates cherry
Este alimento nutritivo crece bien en un suelo orgánico o en macetas. Se plantan en los meses de verano o en un clima que es más cálido durante todo el año. Los tomates son una gran planta de arranque para los niños.
La variedad de los cherry necesitan mucho sol y agua, pero crecen fácilmente.
La diferencia entre el sabor de un tomate cultivado y otro comprado puede llegar a ser abismal.
Además, tienen altas cantidades de nutrientes, como potasio y fósforo, así como antioxidantes y vitaminas A, C y E.
Arvejas
Si bien los granos son fáciles de cultivar en general, las arvejas son casi una tarea de niños. La única consideración es que se deberán sembrar los granos con un enrejado sencillo para que puedan 'trepar'.
Aportan muchos minerales (potasio, fósforo, calcio, hierro), fibras, azúcares, hidratos de carbono y proteínas, además de vitamina A.
Es un alimento indicado para diabéticos y ayuda a eliminar el colesterol. También tiene un efecto tranquilizante, beneficioso para el sistema nervioso y para conciliar el sueño.
Pepinos
Este refrescante vegetal es grande para crecer para hacer sus propios encurtidos. Esencialmente puede almacenar durante años por el decapado de ellos, que también crea un gran alimento probiótico para estimular su sistema inmunológico.
Los pepinos necesitan un poco más de espacio para crecer, pero si se tiene un pequeño jardín son fáciles de cultivar.
Sólo hay que asegurarse de plantarlos lejos de las heladas -en los casos de clima muy frío-
Son buenos para eliminar las toxinas de manera efectiva y pueden incluso ayudar a disolver los cálculos renales. Están llenos de antioxidantes, especialmente vitaminas A, B, y C que aumentan la inmunidad y otorgan energía.
(Infobae)