En Barzuto Social Club de Cartagena de Indias, Colombia, se puede escuchar música en vivo, comer arepas y aprender a bailar champeta, el baile que quieren alejar de los chicos en ese país por fomentar el sexo entre jóvenes.
La polémica champetuda se da porque uno de sus pasos, el caballito, se caracteriza por un abrir y cerrar de piernas que según sus detractores "fomenta las violaciones y los embarazos adolescentes".
Este ritmo, de raíces africanas y jamaiquinas, fue discutido por los políticos de Cartagena en el Concejo de la ciudad. Y Antonio Salim Guerra, concejal del partido conservador Cambio Radical, planteó a fin de 2015 -antes de las elecciones- que se prohíba bailar champeta a los menores de edad cartageneros en colegios y actos públicos porque sus sensuales pasos podrían provocar una "erotización traumática" que conllevaría a "generar un ambiente propicio para la pedofilia y la explotación sexual infantil".
Este ritmo, de raíces africanas y jamaiquinas, fue discutido por los políticos de Cartagena en el Concejo de la ciudad. Y Antonio Salim Guerra, concejal del partido conservador Cambio Radical, planteó a fin de 2015 -antes de las elecciones- que se prohíba bailar champeta a los menores de edad cartageneros en colegios y actos públicos porque sus sensuales pasos podrían provocar una "erotización traumática" que conllevaría a "generar un ambiente propicio para la pedofilia y la explotación sexual infantil".