Quien creía que el Estado iba a estar ausente en la política agropecuaria de Mauricio Macri, se equivocó. Esta semana cantó presente. A pedido de los interesados, el Gobierno tomó dos decisiones de alto voltaje: revertir la crisis de precios que sufren los tamberos y resolver el conflicto que mantienen los productores con Monsanto por el cobro de regalías con la soja RR2Intacta.

En la noche de la cena de Expoagro, ante cerca de 350 expositores, Ricardo Buryaile, ministro de Agroindustria, afirmó que "el Gobierno va a intervenir decididamente en la compra directa deleche". Se refería a la compra de los stocks que abruman a las industrias para colocarlos en elexterior. Es la segunda medida que toma el Gobierno después de la compensación de 40 centavos por litro de leche que comenzaron a recibir los tamberos la semana pasada con un costo fiscal de 620 millones de pesos que fue acompañada con líneas subsidiadas de crédito por 1000 millones de pesos.

Aunque bienvenida, la batería de medidas se quedó a mitad de camino de las urgencias de provoca producir con un costo de 4 pesos el litro y recibir cerca de 3 pesos. Como para no errarle, este segundo intento ya no es un paliativo sino un tratamiento de emergencia. Una descarga eléctrica que intenta recobrar las pulsaciones de un cuerpo por ahora inerte. Por si faltaba algo para ratificar la medida y demostrar que el gobierno entero se juega en esta parada, fue el propio Macri que la volvió a mencionar en el acto de apertura de la muestra. De todas formas, no se debería tomar como una apuesta a ciegas.

Las compras de stocks estarían condicionadas a que se llegue a un consenso con la industria -grande y chica- para recuperar los precios de planchada a niveles mínimos que permitan pagar4 pesos el litro. El objetivo es restablecer el equilibrio entre oferta y demanda aunque todavía el monto a comprometer en la operación no esté definido por mas que se habla de una cifra cercana a los $ 600 millones. Un costo fiscal que se recuperaría al ubicar los excedentes en algún mercado externo. Se calcula que son 70.000 las toneladas de leche en polvo que presionan sobre el mercado local, impidiendo la recuperación de los precios a los tambos. La mitad de ese stock estaría en manos de SanCor. Entre los compradores está Venezuela por medio de un canje de leche por fuel oil. También está China, que a principio de año compró 120.000toneladas. Y no hay que descartar a Brasil, que a menos de 24 horas del anuncio de intervención ya le hizo saber al ministro Buryaile su interés por ampliar la cuota mensual de leche en polvo de 4500 toneladas mensuales.

Al tratamiento de electroshock con la intervención en los mercados lecheros se le sumaran gestiones con el supermercadismo para evaluar alternativas que mejoren la participación del productor en el precio final de los lácteos. Actualmente la participación del productor en elprecio final de los lácteos en la góndola se ubica en los valores más bajos de los últimos cinco años. En pocas semanas se sabrá si el grado de efectividad de la intervención del mercado fue suficiente para acomodar el precio de los tamberos y desactivar las protestas.

La noche de expositores de Expoagro también tuvo su segundo anuncio de un Estado presente en la política agropecuaria de los próximos años. Allí Buryaile sostuvo que "es el Estado el que va a controlar y fiscalizar las semillas en la Argentina". El anuncio llego en el comienzo de lacosecha y cuando los productores se enfrentan con la cláusula Monsanto o la opciónBolsatech si quieren vender sus granos. Por ahora son las dos únicas alternativas vigentes, aunque fuertemente resistidas por los productores. El tiempo corre para alcanzar un acuerdo entre las entidades de productores, Monsanto y el Gobierno. Se habla de que el Instituto Nacional de Semillas (Inase) sea el contralor y "alquile" los servicios de control del sistemaBolsatech. De esta forma se penalizaría por infringir la ley de Semillas vigente a aquellos que se le encuentre soja Intacta sin la documentación que pruebe su siembra con semilla fiscalizada. No sería un sistema montado para el cobro de regalías. Se negocia un puente de plata que permita la comercialización no traumática de esta cosecha. Por ahora un Estado que se muestra presente como un bombero que intenta apagar dos incendios.

La Nación