Aquello que está asociado con los gustos y sobre todo con los antojos -casi siempre- traen de la mano pensamientos negativos. Esto sucede cuando se lleva a cabo una dieta equilibrada y se decide cambiar el camino por un rato y caer en esa tentación momentánea. El problema es que estos antojos suelen ser altos en calorías y poco saludables. La nutricionista Antonela de Lamo (MN 8.226) explicó que "dentro de un plan de alimentación saludable y organizado, siempre recomiendo que no todos los días contengan la misma cantidad de kilocalorías. Eso se hace con el fin de regular el metabolismo y que este no se acostumbre a ingerir siempre los mismos alimentos y en una misma cantidad. No está de más aclarar que esto debe ocurrir dentro de los lineamientos o el plan que haya armado el nutricionista al que se le ha consultado".
En inglés se lo conoce como cheat meal, lo que se traduciría como una "comida trampa". Básicamente las que hacen tambalear una dieta. Es importante destacar que el cuerpo necesita recargarse de energía para el buen funcionamiento hormonal. "La restricción de calorías, a la larga, disminuye el metabolismo y aumenta el apetito", expresan muchos nutricionistas a coro. Si bien parece contradictorio, aceptar el antojo y darse el gusto de vez en cuando, puede tener sus beneficios.
"Darse un gusto ayuda, de alguna manera, a no afectar la nutrición de cada persona y -también- si surge algún evento social (cumpleaños, aniversario, reunión entre amigos), uno puede salir un poco de la rutina y elegir un plato diferente", dijo la nutricionista.
"El consejo que siempre doy es que sientan libertad en las comidas, pero que sean conscientes. No es necesario un plan detox porque la clave está en no 'matarse' comiendo en ese permitido. Al día siguiente hay que seguir con el plan de alimentación normal, ya que nada sirve comer de todo el fin de semana y el lunes sólo tomar líquidos, algo que habitualmente se escucha. Es la peor manera de llevar una dieta, afectando la salud y la nutrición, dando lugar a una recuperación difícil", contó de Lamo.
¿Mito o realidad? "Hay que hacerlo una vez a la semana"
Se debe comer bien una semana entera y luego aparece el lujo de comer la comida deseada. No tan así. Es importante distribuir bien los alimentos y poder darse un gusto sin pasar hambre ni comer como si se terminara el mundo.
"Planear las comidas"
Una de las claves para comer sin culpa: programar un escenario propicio para disfrutar el permitido. Lo más inteligente es reservar el cheat meal para algún evento social.
"Alcohol o comida: las dos no"
Cuando se termina la semana es más difícil controlarse. Cuando se trata de una "comida trampa", la recomendación es elegir entre alcohol o alimentos. Hay que decidir por una sola cosa.