Se supo ayer que el cadáver que apareció en el Suquía el viernes era de Marcelo Arias, titular de Newen, contratista de la Provincia.
Un fuerte impacto en ámbitos políticos y empresariales provocó ayer la noticia, dada por este diario, de que el cadáver que apareció flotando en el río Suquía de la ciudad de Córdoba, en el mediodía del pasado viernes, era del presidente de una empresa contratista del Estado provincial (ver La consultora en la que trabajaba Arias ).
Aunque el hombre fue identificado de inmediato por la Policía que rescató su cuerpo del río, ya que llevaba con él documentos personales, sus datos no fueron difundidos de manera oficial. Se trata de Marcelo Fabián Arias, un ingeniero de 39 años, que presidía la firma Newen SA, con sede en la ciudad de Mendoza, y que participa hace años en la construcción de por lo menos cuatro importantes gasoductos en la provincia de Córdoba.
No llegó a la reunión. El cuerpo de Arias fue rescatado exactamente atrás del Centro Cívico, aproximadamente a las 12.40 del viernes. Antes de esa hora, tenía agendada una reunión en la sede de avenida Juan B. Justo de Ecogas. Desde Ecogas informaron que Arias jamás entró el viernes a alguna de sus tres sedes de Córdoba, porque no está registrado en los libros de guardia.
Fuentes del Gobierno provincial aseguraron que esa mañana no tenía agendada entrevista alguna con funcionarios en el Centro Cívico, como había indicado una primera versión, y que la última reunión oficial en la que participó Arias fue hace unos 20 días junto a intendentes y técnicos de una unidad de financiamiento de obras de gas.
En la empresa Newen, dijeron que Arias se comunicó por última vez con ellos a las 11.05 del viernes y la próxima llamada que recibieron desde Córdoba fue después de las 13, de la Policía, para informarles que había sido hallado muerto.
El cuerpo de Arias fue detectado cerca de las 12.30 por un integrante de la Policía Ambiental del Ministerio de Agua, Ambiente y Energía, que se encarga de patrullar las costas del río. El cadáver flotaba lentamente boca abajo y, cuando fue sacado del agua, vieron que tenía un brazo roto y heridas en los labios y a la altura de las cejas.
Un funcionario con experiencia en el rescate de cadáveres en ríos y lagos dijo a este diario que, por el bajo nivel del río ese día y por la forma en que fue hallado, el cuerpo de Arias debió haber caído al río “apenas minutos antes” de ser encontrado, y no tuvo oportunidad de sumergirse.
La investigación. El caso está siendo investigado por la fiscalía del distrito 1 turno 3 a cargo de José Mana, quien espera tener hoy los resultados de la autopsia que ayuden a arrojar luz sobre la causa de muerte del empresario.
Fuentes del ámbito político que mantienen relación directa con Newen descartaron ayer la posibilidad de un suicidio y de un accidente, y expresaron su convencimiento de que Arias fue atacado.
Según dijeron a este diario desde Newen, Arias viajó a Córdoba porque tenía una reunión sobre una obra en Canals (departamento Unión, sudeste provincial). Por esa localidad pasa un gasoducto que comenzó a gestarse hace ocho años y que será inaugurado en las próximas semanas por el gobernador José Manuel de la Sota.
El intendente de Canals, Carlos Peiretti, expresó ayer su pena. “Arias era un hombre buenísimo y ‘laburador’, muy responsable. Por lo que me contaron, le robaron el maletín que llevaba, cayó o lo tiraron al río y habría muerto ahogado”.
Hasta ayer no se conocía de algún testigo que hubiera visto alguna pelea o asalto sobre alguno de los dos puentes céntricos cercanos al hallazgo: el del Bicentenario y el 24 de Septiembre. Por la hora, el día laborable y la gran cantidad de peatones y automovilistas que circulan allí, es casi imposible que un episodio así no fuera visto por otras personas.
Anoche, una importante fuente del Gobierno provincial señaló que el fiscal Mana contaría ya con el testimonio de un colectivero que habría visto el cadáver flotando cerca del puente Centenario (avenida General Paz), más alejado del lugar del rescate. También señaló que la autopsia, a conocerse oficialmente hoy, habría arrojado el resultado de que la muerte fue debido a asfixia por inmersión y que el cadáver tenía una clavícula y un brazo rotos.
Mana dijo anoche que aún no contaba con los resultados de la autopsia y que, en realidad, el testimonio con que cuenta es de una mujer que viajaba en colectivo y vio el cadáver flotando cerca del puente Sarmiento (a la altura del Hospital de Urgencias).
En Mendoza, donde tiene su sede central Newen, la muerte de Arias produjo gran repercusión, ya que no sólo tenía actividad empresarial, sino que además era titular de una cátedra en la Universidad Nacional de Cuyo. En las páginas necrológicas del diario mendocino Los Andes , hasta ayer seguían apareciendo avisos de las numerosas personas que lo conocían.