La guerra en la barra de Boca dejó un saldo de dos muertos y varios heridos. Un resultado que afectó, nuevamente, al fútbol argentino. El domingo dos facciones de la hinchada se cruzaron a balazos en las inmediaciones del estadio de San Lorenzo. Una lucha interna por el poder de la “12” que obligó a suspender el partido entre el conjunto de Bianchi y el de Pizzi.

Tras dos días de investigaciones, la policía logró identificar a diez barras a través de las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona. Se pidió la detención inmediata de los participantes. Mientras la policía y la justicia intentan buscar respuestas, se estima que la causa caerá en manos del juez Manuel De Campos, magistrado que lleva adelante otros procesos en los que está vinculada la barra de Boca.

El tiroteo se dio en un momento donde la interna de la barra es feroz. La “12” se quedó sin sus jefes. Mauro Martín está detenido en Devoto y Maximiliano Mazzaro en el penal de Ezeiza. Ambos se encuentran presos acusados de participar en el homicidio de Ernesto Cirino. Sin jefes, las distintas facciones de la barra, luchan por un lugar de poder.

En la antesala del comienzo del Torneo Inicial, la AFA y las autoridades de seguridad de la Nación, tomaron la descisión de prohibir el ingreso de los hinchas visitantes. En las últimas fechas del torneo pasado, la prohibición había sido efectiva después de la muerte de un hincha de Lanús. Luego de la guerra en la interna de la “12”, la determinación fue contundente. No habrá hinchas visitantes en la primera y la segunda categoría del fútbol argentino.