Tras llegar a Brasil, el Papa Francisco brindó sus primeras palabras al compartir un acto en el Palacio de Guanabara junto a Dilma Rousseff. La presidente, que habló antes, sostuvo que luchan "contra un enemigo común, la desigualdad".
La presidente de Brasil llamó a conformar una alianza común para combatir la pobreza. “Los brasileños somos hombres y mujeres de fe”, dijo la presidente.
Dilma recordó los programas sociales de los últimos 10 años de gobierno. No olvidó los reclamos de los últimos días en las calles brasileñas que reclaman mayor educación y salud y llamó a “la construcción de soluciones” porque “los jóvenes quieren vivir plenamente”. “La juventud brasileña está comprometida en lograr una nueva sociedad”, afirmó la mandataria. “Vemos los valores cristianos. Es una oportunidad para discutir. Su visita durará más de los 6 días previstos, perdurará en nuestros corazones”, aseguró.
El papa Francisco, a su turno, agradeció al gobierno de Brasil por la recepción en Río de Janeiro y en sus primeras palabras aseguró que “para tener acceso al pueblo brasileño es necesario entrar por su inmenso corazón”.
Su discurso fue exclusivamente pastoral y enfocado en los jóvenes que asistirán a la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud.
“Les traigo lo más precioso que me han dado, Jesucristo”, dijo el Pontífice. “Vengo en su nombre para aumentar la llama de amor fraterno”.
Francisco destacó: “El motivo principal de mi visita a Brasil trasciende las fronteras” debido a la organización de las Jornadas de la Juventud.
“La juventud es la ventana por la que el futuro entra en el mundo”, dijo el Santo Padre, e invitó a que los mayores acompañen en ese camino a las nuevas generaciones.
Francisco presidirá la Jornada Mundial de la Juventud del 23 al 28 de julio en Río de Janeiro.