La delgadez excesiva de las modelos es una de las cuestiones dentro del universo 'fashion' que más polémicas y debates generan a nivel mundial.
Cuestionadas en todo momento acerca de su estilo de vida y alimentación, son muchas las modelos que, hartas de ser criticadas por su estado de salud así como por la imagen que transmiten a la juventud, han reclamado públicamente el derecho a no ser juzgadas por tener una constitución delgada -como el caso de los 'angeles' de Victoria?s Secret Bridget Malcolm o Magdalena Frackowiak- mientras que otras como la 'top' inglesa Charli Howard o la recién estrenada bloguera de yodona.com y una de nuestras modelos 'curvy' favoritasMarisa Jara han sufrido la presión de una industria que les reclamaba estar más delgadas para poder seguir trabajando.
Llegar por tanto, a un entendimiento común y sacar una conclusión única es prácticamente imposible en un mundo como el de la moda en el que, a pesar de que las modelos con tallas más genéricas son cada vez más protagonistas, la delgadez y el denominado como 'cuerpo perfecto' sigue rigiendo las premisas estéticas.
Ante esta cuestión, son muchas las iniciativas que diferentes países están llevando a cabo, ya no para luchar contra la delgadez sobre las pasarelas -las mujeres delgadas no tienen tampoco la culpa- si no para asegurarse que estas se encuentran en perfecto estado de salud y mantienen un estilo de vida saludable.
Si el gobierno francés puso en marcha recientemente una legislación por la cual se prohíbe a las modelos con un índice de masa corporal (IMC) inferior a 18, desfilar durante la Semana de la Moda de París, la firma de moda británica Rose y Williard parece estar dispuesta a adoptar una medida más drástica obligando a las modelos que posen para su marca a comer delante de ciertas autoridades como 'testigos' que aseguren que su alimentación es la correcta.
Esta cláusula no negociable es una solución extrema que, en declaraciones al periódico británico The Huffington Post, los dueños de la firma, han considerado después de haber presenciado cómo diferentes 'tops' han actuado en sus sesiones de forma "delirante" y "alocada" debido al hambre. Por ello, y siempre según sus propias palabras, el requisito será "completamente obligatorio" y las modelos que no cumplan con él no serán compensadas económicamente por sus horas de trabajo.
"No vamos a permitir que coman sólo un pequeño bocado y sugieran que comerán más tarde. La consecuencia de ello será que ni ellas ni sus respectivas agencias cobrarán por los servicios".
Sin embargo, a pesar de esta medida, la idea de tener que obligar a alguien a comer bajo vigilancia, además de 'delicada', no solucionaría tampoco un posible trastorno alimenticio -si es que lo hubiera- a largo plazo.
La regulación sobre el IMC de Francia así como la obligación de presentar un certificado médico que corrobore que la modelo se encuentra en un estado físico óptimo es menos invasiva y más razonable que fomenta, de una manera más efectiva, una práctica de alimentación saludable.