Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario emitió un informe titulado “Tiembla la cosecha ante el estrés térmico”, en el que asegura que “un complejo escenario hídrico encuadra la campaña 2015/16” debido a que “los intensos pulsos de calor secan los perfiles superficiales, mientras que persisten anegamientos en los sectores bajos del oeste de la región”. 

Según la GEA, los pocos milímetros caídos el domingo 24 refrescaron la región, pero no fueron suficientes. En sectores puntuales, la soja de primera comienza a mostrar síntomas asociados al estrés termo hídrico. Las reservas de agua están al límite justo en su período crítico de fructificación y formación de semilla por lo que, de no llegar las lluvias, el potencial de rinde podría verse afectado. 

Las áreas más comprometidas son el noroeste bonaerense y sureste de Santa Fe, fundamentalmente donde la napa se vuelve inaccesible para la oleaginosa. Las altas temperaturas aceleraron el periodo de llenado en maíces temprano y puede afectar el peso de los granos, por lo que bajan las perspectivas de rindes del cereal. 

Soja

Al este de la región núcleo, el marchitamiento del follaje en soja enciende una alarma. El 64 por ciento de los cuadros está fructificando y si no aparece una lluvia, hay riesgos de caída de vainas. El nueve por ciento de la región se califica en condición regular por la falta de lluvias y los primeros indicios de rindes marcan entre dos a seis quintales por hectárea por debajo de la campaña pasada (43 quintales). Sin embargo, los mecanismos propios de compensación de la oleaginosa pueden atenuar las pérdidas de rinde, siempre y cuando se cumplan los pronósticos de lluvias a cortísimo 
plazo. 

En el oeste de la región, la alta demanda atmosférica fue beneficiosa para contraer los excesos hídricos. Esta vez, la cercanía de las napas está jugando a favor al amortiguar los efectos del golpe de calor. Los pocos milímetros caídos el domingo 24 fueron suficientes para los relieves altos. 

Maíz

Las temperaturas por encima de los 35 grados centígrados afectan el normal desarrollo del cereal. Sin embargo, la intensidad del impacto dependerá de las condiciones hídricas del perfil y el estadio fenológico.

A excepción del noroeste bonaerense, la mayor parte de la región fue bien provista de agua en el periodo crítico de floración y actualmente se encuentra en grano pastoso. Si bien las raíces consiguen extraer agua de las capas inferiores del suelo, las temperaturas extremas afectan el normal proceso de llenado de granos. La etapa se acelera y al mismo tiempo se acorta, dando como resultado un grano de menor peso. Con el quemado de las hojas basales, los pronósticos de rindes caen dos quintales por hectárea respecto a los 100 de las semanas previas.

En Córdoba

Dentro de la Subzona V, que incluye a los departamentos Marcos Juárez y Unión, el análisis de la GEA es el siguiente:

Marcos Juárez. A pesar de los excesos hídricos, las inusuales temperaturas máximas secaron la capa superficial de los lotes altos. Se registraron 10 milímetros el fin de semana pasado y fueron bien recibidos por los cultivos. La mayoría de los lotes se encuentran en muy buen estado y con perspectivas de rindes importantes. 

La soja de primera estaría en torno a los 40 quintales por hectárea. Un 35 por ciento de los cuadros se encuentran entrando a R5 (formación de semilla), el resto está fructificando. Presenta muy buena condición fisiológica, buenas reservas de humedad, poca presencia de insectos y baja severidad en enfermedades. La de segunda florece en su gran mayoría y con buenas condiciones. 

En tanto, el maíz temprano está terminando de llenar sus granos, con pronósticos de 100 quintales por hectárea y muy buenas condiciones generales, aunque las temperaturas de los últimos días aceleraron el llenado y pudo haber perjudicado en algo el rendimiento. En cuanto al maíz de segunda y tardío, se realizaron las refertilizaciones y se encuentran en buen estado. Hubo que tratar algunos lotes por cogollero. 

Monte Buey. En la zona llovieron aproximadamente 15 milímetros que ayudaron al cultivo a soportar el calor y baja humedad relativa. Las napas siguen altas y amortiguaron los efectos del calor. 

En soja de primera prevén que habrá disparidad en los rindes de acuerdo con lo fertilizado y con el control de plagas. Se esperan rindes que van desde los 30 hasta 40-45 quintales por hectárea en promedio. El 60 por ciento de los cuadros está en R4 o plena fructificación. Se están haciendo pulverizaciones para el control de insectos y enfermedades, principalmente para isocas ( Rachiplusia , en menor medidaHelicoverpa y Spodoptera ) y chiches ( Edessa ). Se observa mancha marrón ( Septoria glycines ) y bacteriosis. La soja de segunda está floreciendo en muy buenas condiciones.