Sergio Opatowski, padrastro de Ángeles, contó la “sorpresa” con la que recibió las acusaciones contra Mangeri” y dio por hecho que hubo un intento de violación. "Defendió su pureza y su virginidad con uñas y dientes", dijo
Opatowski reiteró hoy, en diálogo con el canal C5N, lo inesperado que resultó para la familia de la víctima que la investigación apunte al encargado del edificio de Ravignani como responsable del crimen de Ángeles.
“Escuchar que nuestro portero estaba implicado nos dio un escalofrío enorme”, admitió el hombre, quien reconoció que es “una situación muy compleja”. Insistió en que fue algo “impensado”, ya que conocían al hombre desde hacía 11 años.
Asimismo, el padrastro de Ángeles dio a entender que hubo un intento de violación por parte del asesino antes de matarla y afirmó que se sintieron "aliviados" de que la joven no permitió que abusara de ella.
"Defendió su pureza y su virginidad con uñas y dientes", sostuvo Opatowski. "Nos dio paz saber que no la violaron. No sé dejó violar. Cuando me enteré que no fue violada, me quedé con la boca abierta", resaltó.
Al ser cuestionado si podría explicar el crimen sin la participación de Mangeri, dijo que "no" y manifestó que aún "no entiende la muerte de Ángeles, ni la de nadie más".
Contó que cuando Mangeri le comentó que había sido golpeado para que vaya a declarar, él le dijo: “Te pido mil disculpas por el momento que te hicimos pasar”.
Al ser consultado sobre la sensación que le quedó, dijo: “No tengo capacidad de enojo porque no me cayó la ficha”. Y añadió: “Si fue Jorge, cumplirá lo que tenga que cumplir”.
Opatowski se emocionó al hablar del dolor que tiene la familia y dijo estar arrepentido por algunas declaraciones a la prensa que dio, aunque no precisó cuáles. “Por ahí me enojé muchas veces cuando hablé en la tele, pero yo también soy padre”, se excusó.
También pidió disculpas para la reacción que tuvo anoche con una persona que lo increpó, y a quien él insultó varias veces. “Estaba saturado de tanto maltrato a mi persona y a la familia”.
Contó que esa persona lo acusó de haber preparado “bien” su coartada y por eso se enojó. “Me ponés un palo en la mano y se lo parto en la cabeza”, reconoció.