Dos prestigiosos hospitales de EEUU y Australia aplicaron la lógica matemática a través de distintos softwares y apps para estimar la edad de fallecimiento de las personas. La ONU lo utilizó para estadísticas de población. Cómo se emplea.
En el mundo antiguo, los griegos hicieron de la predicción una "ciencia". Desde los vapores del oráculo de Delfos a los mantis (adivinos), que mediante un razonamiento inductivo podían encontrar signos de vida o fallecimiento, siempre según la voluntad divina.
El asunto de la muerte ha estado presente y ha sido un tema controversial desde el inicio de la civilización. Clara manifestación de la importancia de este momento son los elaborados rituales de entierro que hay documentados, desde los sumerios, babilónicos y egipcios, por solo nombrar los más conocidos.
Es que el momento de la extinción de la existencia ha llevado al hombre a tratar de negarla y que para muchas de las religiones y culturas solo sea un pasaje hacia otra vida, que –a manera de consuelo o esperanza– debe ser mejor que ésta.
A lo largo de la historia moderna hasta la actualidad, cientos se han enriquecido al afirmar que poseen contacto con el más allá y que por eso pueden saber lo que les sucederá a los del más acá, e internet no escapa a la regla; a fin de cuentas, es un invento humano para humanos.
Al principio fueron simples sites, que luego de ingresar algunos datos étnicos, de consumo y hábitos lanzaban como un Nostradamus o un Benjamín Solari Parravicini una fecha exacta de defunción que, claro, nunca se cumplía.
En la actualidad existen herramientas que pueden generar una aproximación a este momento indeseado según estadísticas oficiales.
Mediante Population.io, aplicación de las Naciones Unidas, se puede generar un cálculo preciso de la cantidad de habitantes del mundo, su promedio de edad, esperanza de vida por país y una fecha estimativa de la muerte de cada individuo. Además, la app hasta muestra la cantidad de personas que van naciendo en tiempo real.
Por su parte, FlowingData toma los datos de mortalidad de 2005 a 2014 del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU para, mediante un algoritmo, producir una estimación de morbilidad según edad y raza.
Esta app tiene gráficos interactivos, que representan el número de personas que fallecen a causa de distintas causas, desde cáncer, afecciones respiratorias y problemas circulatorios hasta otras ajenas a la salud, para colocarlas sobre un eje de edad.
Aunque parezca poco riguroso, algunos centros médicos del mundo ya utilizan este tipo de entrecruzamiento como instrumento complementario. Por ejemplo, el hospital Beth Israel Deaconess, EEUU, reunió información sobre más de 250 mil pacientes que acudieron a sus servicios en los últimos 30 años para compararla con el cuadro clínico que presentan los recién ingresados.
"La precisión del pronóstico de la fecha de muerte de los pacientes del centro llega al 96%", explicó el doctor Steve Horng a la BBC.
Estas herramientas entran en el margen de una polémica planteada por los investigadores australianos Magnolia Cardona-Morell y Ken Hillman del Simpson Centre for Health Services Research, quienes desarrollaron un software para estimar las posibilidades de vida de un paciente en los próximos 30 días.
Este complemento matemático utiliza un total de 29 indicadores, como la edad de la persona, su condición general de salud, la fase en la que se encuentra la enfermedad y la experiencia de las hospitalizaciones anteriores, entre otros. El objetivo es el de prevenir intervenciones en muertes inevitables.
"A menudo los médicos acuden a métodos de terapia caros y agresivos que no influyen sobre el resultado de la enfermedad y además afectan la calidad de vida del paciente. Además, en caso de fracaso, los médicos sienten frustración", explicó Cardona-Morrell a la revista Supportive & Palliative Care.