La Comisión Pro Universidad, también conocida a partir de la presidencia del Ing. Lucchini como “Comisión Ejecutiva Central”, trabajaba con una estrategia muy clara y bien definida, se reunía cada semana para revisar su plan de acción. Decidida a continuar con sus objetivos, siendo uno de ellos lograr la Visita del Presidente de La Nación a Río Cuarto, dado que había una promesa que el mismo efectuó en la Fiesta Nacional del Trigo en la ciudad de Leones hacía pocos días.
El fundamento básico de la visita a Río Cuarto era el cumplimiento de los cien años de la Excursión de los Indios Ranqueles encabezada en 1870 por el Coronel Lucio V. Mansilla, junto a los frailes Marcos Donati y Moisés Albares y un reducido grupo de soldados sin armas que formaban la expedición. Mansilla había sido nombrado Jefe de la Frontera Sur por el Presidente Sarmiento, y luego de aquella excursión, destituido por el mismo Presidente, por la causa de fusilamiento a un soldado varias veces desertor sin juicio previo.
Ahora la república, con la ciudad incluida, le rendían un homenaje levantando una estatua sobre la avenida Sabattini para recordar a este Comandante de frontera que vivió unos meses con los pobladores de Río Cuarto y llega a las tolderías de los ranqueles para reconocer el terreno, hablar con los caciques y exponer sobre los tratados de paz que muchas veces el gobierno incumplía.
Fue esta la causa que arribaba el Presidente de la República a nuestra ciudad, pero indudablemente que había otra causa de trasfondo, que era observar desde la presidencia si Río Cuarto debía tener una universidad nacional, porque a la Casa Rosada y al Ministerio de Educación Nacional, llegaba información muy insistente e interesada “que no era conveniente crear una Universidad Nacional” dado que ya había una universidad privada funcionando, que era la Universidad del Centro. Por eso que el ministro expresaba de manera contundente “Si ya tienen una universidad… ¿para qué quieren otra?”
La oficina de ceremonial de la presidencia convocó a la Comisión Pro Universidad para una reunión el 23 de marzo de 1970, —una semana antes del arribo de Ongania a Río Cuarto— y viajaron para asistir a la misma: el Intendente Renato De Marco, el Ingeniero Alberto Lucchini, el Escribano Humberto Aguilar y el señor Víctor Yoma. En aquella reunión nada quedó bien definido, fue solamente un gran sondeo que hacia la presidencia y concluyó de que en pocos días se resolvería la visita o no, a esta ciudad del Jefe de Estado.
A la semana siguiente la visita fue confirmada, la Comisión que ya tenía una experiencia importante por la visita del Gobernador de Córdoba, se organizó inmediatamente para convocar nuevamente a la gente en la Plaza Olmos a partir de las 15 horas del día 18 de abril en donde recibirían al Presidente luego de inaugurar la Estatua de Mansilla
Pasadas las 15 horas de aquel día, aterrizaba el avión presidencial en el Taller Regional Río Cuarto, el cual venía escoltado por cuatro aviones cazabombarderos de la V Brigada Aérea, Villa Reynolds, provincia de San Luis.
La comitiva oficial, compuesta por el Presidente y varios Ministros, cruzó la ciudad para llegar a la avenida Sabatini y participar en el acto programado; luego de aquella inauguración la caravana presidencial se dirigió en sentido adverso por la calle Constitución hasta llegar a San Martín y entrar por calle Belgrano a las escalinatas del Palacio Municipal. La gente abarrotaba las calles, miles de personas sobre las veredas saludaban al Presidente de facto; fueron breves las audiencias en el despacho del intendente y luego se pasó al Salón Blanco donde se sirvió un vino de honor.
Desde el interior se sentía el clamor de la plaza repleta de personas. Al finalizar el lunch la esposa de Ongania, María Emilia Grenn, que había estado hablando con Víctor Yoma, este le explicaba como vivaban al Presidente; la mujer le pidió con insistencia a su marido que saludara a esa gran multitud que lo reclamaba, y así fue como el Presidente desde una ventana que fue abierta en ese momento, tomó un micrófono y se dirigió a los presentes que lo ovacionaron en varias ocasiones y concluyó su discurso que duro unos quince minutos, diciendo: “será muy probable que tengáis vuestra universidad nacional”, también explicó que esto se lograría previo a un plan de factibilidad y el análisis de un concejo de rectores y aquí fue cuando el pico de ovación llega a su máxima expresión, gritaban: “Ongania, Ongania, Universidad, Universidad”.
Podemos decir que analizando los sucesos que acontecieron ese día, Ongania quedó altamente impresionado como Río Cuarto y la región lo habían recibido y el interés que tenían por una universidad. En la ciudad y región se había formado un concejo de cooperación intercomunal de los departamentos Río Cuarto y Juárez Celman, junto a más de treinta municipalidades las que se plegaron fervorosamente al recibimiento del Presidente de la Nación para pedir por la Universidad. Ongania venía como dijimos, acompañado de varios ministros, dentro de ellos estaba el Dr. Dardo Pérez Guilhou, el que había atendido tan mal la delegación riocuartense, pero con esta demostración y presencia tan masiva seguramente cambió de opinión y se debió resignar a respetar la petición que era unánime y contundente.
Ongania fue un presidente de la dictadura, pero indudablemente que en el aspecto de la educación superior favoreció a la ciudad de Río Cuarto. Varias miles de personas lo aplaudieron, pero además y en honor a la verdad, debemos mencionar que existieron algunos grupos que condenaron con firmeza esta visita, porque no fue un acto de la democracia, y consideraban a la petición de la Universidad de Río Cuarto “como instrumento de un intento corruptor”, así fue publicado en el Diario El Pueblo con una extensa solicitada el día domingo 26 de abril de 1970. La Universidad se debatía entre entusiasmos y rechazos.
Walter Bonetto
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