El nuevo Gobierno ya tiene el compromiso de entidades financieras y grandes exportadores. También se espera que las provincias tomen deuda. El dólar rondará entre $ 14 y $ 15.
En su primer día como presidente, Mauricio Macri recibió dos buenas noticias que le permitirán concretar más rápido que tarde su promesa electoral de abrir el cepo cambiario.La primera: bancos del exterior acordaron acercar al menos u$s 7000 millones en créditos de corto plazo al Banco Central. La segunda: las cerealeras aportarán otros u$s 5000 millones no bien reciban mejoras de retenciones y tipo de cambio.
Esas divisas, más colocaciones de deuda de las provincias (unos u$s 2000 millones) y la conversión a dólares del swap chino que ya se contabiliza como reservas (u$s 10.000 millones, según los cálculos oficiales descontada la tasa), permitirán contar con alrededor de u$s 25.000 millones líquidos en el Banco Central, vitales para eliminar el cepo. Así lo aseguraron a El Cronista tres fuentes del nuevo Gobierno al tanto de las gestiones. Una alta fuente oficial confirmó que con al menos u$s 20.000 millones líquidos en las reservas tendrán margen de maniobra para hacerlo.
Según dos fuentes oficiales, el crédito que acercará un pool de bancos es casi un hecho. Entidades financieras del exterior se reunieron en estos días en Nueva York con Luis Caputo, que hoy jurará como secretario de Finanzas del ministro de Economía Alfonso Prat Gay. Voceros del nuevo titular del Palacio de Hacienda confirmaron las reuniones y las calificaron de muy buenas, pero afirmaron que todavía no hay nada que anunciar. Según se supo, existe el compromiso de los bancos de aportar hasta u$s 9800 millones, a los que habría que descontar una comisión de entre 1% y 2%. Pero confiaron que hay al menos u$s 7000 millones ya asegurados. Serán créditos de corto plazo (un año o menos), que permitirán ganar aire para conseguir dinero de organismos multilaterales y mediante la emisión de bonos.
El sitio web de La Nación publicó ayer que los bancos que darán la bienvenida a Cambiemos serán el HSBC, JP Morgan, Goldman Sachs, Deutsche Bank y Citibank. A ellos podrían sumarse el BBVA Francés y el Santander. Los bancos esperaban un compromiso de que no tendrían problemas con los fondos buitre por prestar dinero al Gobierno. Hasta el momento, el juez Thomas Griesa convocó a audiencias a las entidades sospechadas de colaborar con el país.
Ese dinero se sumará al que aportará el agro. Las primeras estimaciones de los funcionarios de Macri contaban con una liquidación de soja, trigo y otros cultivos de entre u$s 6000 y u$s 7000 millones. En estos días, en el entorno del ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, bajaron la vara hasta los u$s 3000 millones. El número final, afirmaron en el Gobierno, rondará los u$s 5000 millones.
Los productores y las cerealeras contarán con dos incentivos para liquidar el producto que mantienen en silobolsas o que los grandes exportadores ya adquirieron, pero todavía no procesaron ni vendieron al exterior: la quita de retenciones a todos los cultivos y la baja de cinco puntos porcentuales a las de la soja y sus derivados y la devaluación del tipo de cambio a alrededor de $ 14.
Por un lado, comenzará la exportación de entre 1,5 y 2 millones de toneladas de trigo en los próximos días. Por el otro, en el mercado contaban un stock de unas 10 millones de toneladas de soja para convertir en harinas y aceite, que hoy tienen mejor precio que el poroto.
Entendemos que el Gobierno estaría en una situación relativamente confortable si pudiera ampliar las reservas brutas en u$s 15.000 millones, ya que el BCRA contaría con más munición para embarcarse en una flotación administrada como la que se pretende, indicó la consultora ACM en un reporte. Un funcionario del nuevo Gobierno consideró que la calma con la que se movió el mercado cambiario en los últimos días, con el dólar blue y el contado con liquidación en torno a los $ 15, da más tranquilidad para quitar las restricciones con ese ingreso de divisas.
El 6 de noviembre, El Cronista adelantó el plan de Macri para levantar el cepo, que comienza a ponerse en marcha. Si los nuevos funcionarios logran cerrar este ingreso de dinero, habrán ganado aire para encarar el principal escollo para salir al mercado en mejores condiciones: conseguir un acuerdo con los fondos buitre.