El sedentarismo es un mal en crecimiento en todo el planeta. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) una alimentación variada "es imprescindible, pero no suficiente", para mantener y mejorar la salud.
Según su último informe "la inmensa mayoría de niños, jóvenes y adultos, especialmente aquellos que habitan en zonas urbanas, viene reduciendo progresivamente la actividad física debido a factores tan diversos como la inseguridad, la insuficiencia de espacios apropiados para la recreación y la práctica deportiva, el intenso tránsito vehicular, los altos niveles de contaminación ambiental y la preferencia por la televisión y los videojuegos".
"Tenemos cuatro millones de años en el planeta y durante todo ese tiempo nuestra especie se movió bastante. Desafortunadamente, a partir del Siglo XX, nos tornamos sedentarios, un estilo de vida en el que la actividad física no está presente o lo está por debajo de los requerimientos mínimos", explicó el brasileño Víctor Matsudo, médico y especialista en vida activa.
"La vida sedentaria es producto de los modelos que nos propone nuestro entorno. En los medios de transporte, actividades recreativas, nuestro hogar, la escuela y el trabajo, hemos reducido dramáticamente la actividad física, y peor aún, le hemos quitado valor y placer", comentó Fernando Concha Laborda, referente del programa "Vida Sana Prevención de Enfermedades No Transmisibles", del Ministerio de Salud de Chile.
"La escuela, los papás, la comunidad, las autoridades debemos tener un rol fundamental para que tengamos ciudadanos activos en el futuro. Un ciudadano activo es un ciudadano que tiene más salud física, más salud social, más salud psicológica, y más salud mental", sumó Matsudo, en el marco del seminario "La vida activa, oportunidad para una niñez en movimiento" de la Fundación Arcor.
Algunas estadísticas regionales
El Informe "Insuficiente actividad física en la infancia" reveló que en la Argentina urbana, el 45,4% de la niños y adolescentes de entre 5 y 17 años realizó insuficiente actividad física. El estudio, de 2013, además informó que el 52,8% no realizaba juegos activos al aire libre y el 58% no hacía ninguna actividad física estructurada fuera de la escuela. Además, alrededor del 62% elige mirar TV o estar en la computadora, y tablets, entre otras, durante más de 2 horas al día.
En Chile, por ejemplo, la Encuesta Nacional de Hábitos de Actividad Física y Deportes (2012) difundió que el 82% no desarrollan actividad física, la segunda peor estadística a nivel mundial. Mientras que en Brasil, los chicos pasan sentados unas 4 horas por día y el 46% está excedido de peso o es obeso (el nivel de adiposidad subió un 18% ciento en nenas y un 31% en varones en 20 años).
Para los niños y jóvenes de 5 a 17 años, la actividad física puede realizarse a través de juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, en el contexto de la familia, la escuela, con los amigos o las actividades comunitarias.
El rol de los padres
"La responsabilidad de promover ciudadanos activos reside en los papás, la escuela, y la sociedad. La comunidad debe tener un rol fundamental en desarrollar espacios públicos lúdicos para que los niños puedan desarrollar actividad física segura y saludable", dijo Matsudo.
Un padre activo significa el triple de chances de que un niño sea activo. Una madre activa implica el doble de chances de que el niño sea activo. Mientras que si los dos son activos, los chicos tienen entre 5 y 6 veces más posibilidades de ser activos", afirmó el especialista brasileño.
Para Gustavo Moreno, coordinador del programa nacional de deporte y salud argentino, "una mayor actividad física puede lograrse modificando las actividades que hacemos en la vida diaria. Para tener una idea de cuánto debemos cambiar nuestros hábitos: Las personas hacemos unos 2.500 pasos diarios en las acciones cotidianas, pero se necesitan 5.000 para prevenir eventos cardiovasculares; 9.000 para no tener sobrepeso; y 15.000 para perder peso".
Los beneficios en la niñez
La realización de una actividad física adecuada ayuda a los chicos y jóvenes a desarrollar el aparato locomotor (huesos, músculos y articulaciones) y el sistema cardiovascular (corazón y pulmones).
Permite aprender a controlar el sistema neuromuscular (coordinación y control de los movimientos) y ayuda a mantener un peso corporal saludable.
También mejora la salud mental y el bienestar psicológico, mediante la reducción de la ansiedad y el estrés; disminuye la depresión; mejora la autoestima, las funciones cognitivas e interacciones sociales.
La actividad física es fundamental. Además es una forma de que los niños hagan amigos y estén de buen humor.
"Estamos diseñados para el movimiento -describió el especialista chileno Fernando Concha Laborde-; la inactividad nos enferma y deteriora. El movimiento y la actividad física favorecen y condicionan los procesos de crecimiento, desarrollo y maduración. Crear desde temprana edad el hábito y el placer por ser sujetos activos, favorece mejores condiciones para ser personas saludables y obtener mejores rendimientos académicos. Pero no es sólo decir lo que se tiene que hacer, el ejemplo es la mejor estrategia".
Juegos y actividades para el parque o la vereda
Jugar a la escondida o la mancha
Saltar la soga
Correr carreras
Treparse a un árbol
Andar en bicicleta
Caminar hasta la escuela
Hacer los mandados
Sacar a pasear al perro