Los amantes del ejercicio se encuentran ante un dilema: ¿Dormir un poco más o levantarse temprano? Si bien muchas veces la agenda de actividades diarias no deja demasiado margen para elegir, cada persona tiene su preferencia para realizar fitness.
"Cada persona tiene su momento. Hay algunas que se sienten mejor entrenando a la mañana, porque están más descansados y tienen la energía necesaria. O porque a la noche les pasa todo lo contrario, están agotados de las actividades y la rutina y no tienen ganas de salir", explicó aInfobae Claudia Lescano, licenciada en alto rendimiento y preparadora física.
"Otras prefieren a la noche, porque les sirve para 'romper' justamente con esta rutina, es una manera de sacarse el día de encima, ya que luego de ejercitar se sienten más 'descansados'. Hay que probar lo mejor para cada uno", agregó.
"Los que hacen ejercicio por la noche tienen una en contra. Además de las endorfinas, el cerebro libera otras hormonas que están relacionadas con el estrés, que generan un estado de excitación y la persona puede desvelarse, quedarse hasta altas hora y romper el ciclo de descanso".
Por la mañana
Todo listo: Hay que organizarse y preparar todo para la mañana siguiente. Tener todo listo es un pequeño empujón.
Reuniones sociales: Muchas personas suelen tener otras actividades luego del trabajo, como reunirse con amigos o ir al cine, entre otras. Para no tener que posponer actividades que hacen bien, lo mejor es poder hacerlo todo, aunque eso signifique levantarse más temprano.
Descanso: Es esencial que la persona se sienta descansada. Si tiene una vida agitada, se acuesta muy tarde y cree que no durmió lo suficiente quizá se le haga más difícil salir de la cama. Por eso, descansar es la mejor manera de prepararse.
Una buena cena: Alimentarse de manera apropiada la noche anterior es crucial para tener combustible suficiente para no forzar al cuerpo a que busque en otro lado. O sea, no forzar al organismo a ir más allá.
Por las noches
Relajados: Hay personas que prefieren tener una mañana tranquila, que no quieren apurarse para bañarse y desayunar, que necesitan tomarse todo con más calma. Para ellos lo mejor es que las mañanas las usen para juntar energías. Ejercitarse no debería generar estrés previo.
Flexibilidad: Los especialistas aseguran que durante la tarde el cuerpo posee un 20% más de flexibilidad, ya que se encuentra desde hace horas en movimiento. Por la mañana, el cuerpo aún está un poco 'duro'.
Bajar el ritmo: Para los que posean un trabajo que les genere mucho estrés, ejercitarse luego de éste puede ser una manera de sacarlo. Ideal para desconectarse y prepararse para una buena dosis de sueño.
"Hay que probar. A veces se pueden mezclar acorde a la agenda. De esa manera también se puede hacer que el ejercicio no sea otra de las rutinas diarias y que, a la larga, nos termine cansando. A fin de cuentas, poner el cuerpo en marcha debe generarnos placer, se debe disfrutarlo. Esa es la clave, más allá de la posición del sol", finalizó Lescano.