Sus poderes curativos exceden por lejos el simple tecito con miel que alivia el resfrío en invierno. Se trata del fruto del limonero, del que se pueden aprovechar no sólo la pulpa sino también la cáscara, las hojas y el aceite esencial.

“En la forma tradicional de uso, el jugo de limón tiene propiedades desintoxicantes a partir de sus componentes antioxidantes, activando el sistema de detoxificación del hígado (mejora el sistema de enzimas depuradoras de dicho órgano), y por otra parte contiene vitamina C, un antioxidante que nos protege de los resfríos y determinadas bacterias que amenazan el equilibrio inmunológico del organismo", explica Jorge Alonso, médico clínico y director de los cursos de posgrado de Fitomedicina y Nutracéuticos de la Facultad de Medicina de la UBA.

"No obstante su tenor en vitamina C es algo más bajo que el de otros frutos como la guayaba, el kiwi o la acerola. Pero el contenido acuoso del jugo contribuye al buen funcionamiento de los riñones, promoviendo la diuresis", agrega".

"Es bajo en calorías, es decir, adecuado para acompañar regímenes adelgazantes. En las mujeres especialmente su contenido ácido es apropiado en los casos de cistitis a repetición, especialmente en edad de la menopausia. Dicho contenido ácido 'incomoda' a varias bacterias intestinales, en especial a la Escherichia coli, que es la más infectante y rebelde del tracto urinario. Una combinación de jugo de limón y jugo de arándanos suele ser muy eficaz en estas circunstancias. En estos casos conviene exprimir el jugo en una jarra, y agregarle las hojas secas de la misma planta. Dejar en contacto el jugo y las hojas toda la noche. Luego, a la mañana, consumir ese jugo”, concluye Alonso.

Es como una pastilla de vitamina C pero gigante y, aunque es inocuo, los niños muy chicos y aquellos que padecen acidez estomacal o úlceras gástricas deben tener cuidado a la hora de consumirlo. Al igual que sucede con el pomelo, no conviene tomarlo junto a ciertos medicamentos porque puede interferir en la metabolización hepática (por ejemplo, en los antihipertensivos, antidiabéticos, drogas para el SIDA, etc), coinciden los médicos. Pero la cantidad de vitamina C que contiene resulta un antioxidante esencial para mantener altas las defensas, explica Susana Zurschmitten, nutricionista especializada en Naturismo.

“Es un antiparasitario y combate por sí mismo bacterias y virus, fortalece los bronquios, por eso es muy indicado para las personas que sufren de asma, o broncoespasmos, o son fumadores. Es diurético y colabora en la eliminación del ácido úrico. Fortalece también los capilares sanguíneos; esto lo convierte en una ayuda para mejorar la circulación, las encías sangrantes, la celulitis. Su jugo puro es un remedio natural para los dolores de garganta y la inflamación de las amígdalas”, dice la especialista. 

Mitos y verdades

Hay que consumirlo con moderación (no más de dos por día) y siempre recién exprimido, pues nunca será igual que el jugo envasado, menos si la botella es de plástico.“El jugo comercial envasado contiene aditivos químicos y se pierden los beneficios de la fruta fresca y verdadera”, dice Elba Albertinazzi, médica clínica, Miembro de la Asociación Argentina de Médicos Naturistas y de la Asociación de Medicina Othomolecular.

“El limón es llamado la fruta de oro por su color amarillo cuando está maduro, que es como se debe consumir. La pulpa y el jugo poseen un ácido orgánico débil, llamado ácido cítrico, que favorece la digestión gástrica evitando las “dispepsias postprandiales”, esa hinchazón y distensión del abdomen que aparecen después de comer y que son muy molestas.” 


Antiguamente se creía que aquellas personas con tendencia a la anemia debían evitarlo, pero hoy sabemos que no es así, “al contrario, al favorecer la digestión se liberan los minerales como el hierro y el calcio, el magnesio, manganeso y zinc, y otros que son necesarios para mantener la salud. Igual, siempre hay que consultar con el médico de cabecera”, agrega Albetinazzi.

También circulan el mito de que si al jugo de un limón se le agrega una cucharadita de bicarbonato de sodio, resulta un remedio eficaz en ciertos tratamientos de quimioterapia, lo que no está demostrado. “El limón, como todos los alimentos ricos en vitamina C y flavonoides, favorece al sistema inmunológico, por lo que mejora las defensas. Y mejorar las defensas es la mejor manera de luchar contra el cáncer”, concluye Susana Zurschmitten.

Recomendaciones

Dispepsias e hinchazón abdominal: El remedio preventivo consiste es aderezar las comidas con jugo de limón recién exprimido (en vez de usar vinagres) y masticar muy bien cada bocado, sostiene la Dra Albertinazzi. 

Digestión: Cuando comemos alimentos grasos o de digestión pesada, como los fritos, el limón puede agregarse a las comidas o tomar un “té de limón”, colocando ½ limón cortado en trozos (puede usarse la cáscara si es orgánico) en una taza y agregando agua a punto de hervir. Tapar y dejar reposar 10 minutos, tomar tibio y agregar 1 cucharadita chica de azúcar mascabo o integral; algunos dolores de cabeza, con náuseas y/o vómitos pueden mejorar con estos preparados. 

Constipación: El uso del limón en ayunas, ya sea el jugo pero siempre diluido en un vaso de agua o agregado a 1 o 2 frutas maduras y peladas antes del desayuno, favorece el movimiento intestinal y evita la constipación y sus problemas.

Esmalte dental: El limón no debe “chuparse” ni ponerse en contacto directo con los dientes porque puede ocasionar manchas en el esmalte, por eso conviene beberlo con una pajita 

Cefaleas: Las hojas de la planta tienen metilxantinas, que contribuyen al cierre o vasoconstricción de los vasos, lo cual atenúa los dolores de cabeza. En estos casos conviene exprimir el jugo en una jarra, y agregarle las hojas secas de la misma planta. Dejar en contacto el jugo y las hojas toda la noche. Luego, a la mañana, consumir ese jugo. 

Várices: Haciendo el mismo procedimiento que el anterior, pero esta vez reemplazando las hojas por las cáscaras de la fruta, se obtiene hesperidina, un valioso flavonoide muy útil en insuficiencia venosa o várices de las mujeres (muy bueno en el verano, que es cuando más se dilatan las venas varicosas), sostiene el Dr. Alonso 

Garganta: Su jugo puro es un remedio natural para los dolores de garganta y la inflamación de las amígdalas. En este caso se hacen gárgaras y luego se traga.

Sinusitis: En el naturismo se utiliza el zumo puro en caso de sinusitis; se introducen una o dos gotas de limón en cada fosa nasal una o dos veces por día. “Si bien es molesto, esta molestia dura apenas unos segundos, y se percibe de inmediato su efecto descongestionante” asegura la Dra. Zurschmitten.

Niños y adultos mayores

En caso de niños pequeños y mayores de 1 año conviene agregarlo en gotas a las comidas o a las frutas frescas ralladas o preparadas con anticipación para que no se pongan negras. En personas mayores es frecuente la disminución de la acidez gástrica, y por lo tanto el agregado de limón a las comidas mejora la digestión y la absorción de los nutrientes; en estas edades extremas es aconsejable consultar con el pediatra o el clínico.
 

Algunos secretos

- Un truco para aumentar la salida del jugo cuando están duros o no muy maduros es colocarlos el agua hirviendo unos minutos o golpearlo sobre una mesada de cocina, y luego exprimirlo.

- Una receta para evitar la acidez del mate es incorporar ¼ de limón cortado en trozos pequeños antes de echar el agua caliente.

- El jugo de limón se usa para aclara las pecas y como enjuague para mejorar los cabellos grasos.