Falleció el recordado y reconocido ex locutor de Radio Río Cuarto, Jorge Olivera, voz grave que llegaba a las almas de todos los rincones de la ciudad y región.
Jorge Olivera se ha marchado de este existir, pasados sus 80 años, este hombre de radio marcó la impronta del dial de Lv16.
Con la gravedad de su voz y tras unos oscuros anteojos de gran marco, este hombre le ponía voz a las noticias, a la música que elegía, era un animal de radio que tenía un importante público que lo seguía.
En el libro de la historia de Radio Río Cuarto, Javier Lucero, actual periodista de la emisora, cuenta "Uno de los locutores que más lo impresionó fue Jorge Olivera. Parecía que saboreaba cada palabra que decía y era inevitable escuchar la próxima palabra tanto por radio como en estudios. Su imagen con anteojos de marcos negros y su mano tomándose la sien, a medida que fluía cada una de sus palabras con voz grave resulta imborrable en la cabina principal de la radio. Se mantenía en silencio, con los auriculares puestos escuchando la música que él seleccionaba. El placer que sentía contagiaba a toda la cabina. Lo acompañaba con una larga boquilla que usaba para fumar sus fuertes cigarros".
Por su parte Aldo Caseros, en su blog personal, relata "Buby (Olivera) no fue de los primeros locutores de LV16, pues arribó a la Ranquel a mediados de los 50, incursionando también en periodismo allá por el 57 y 58 con un noticiero de lujo que a través de OIRPA una organización de información creada junto a otro grande, Eduardo Rolet (Muzzio su apellido), ponían en el aire por LV16.
Siempre expresé en los muchos recuerdos radiales que he escrito, que hubo y habrá dos tipos de locutores: los locutores medulosos y certeros y aquellos multifacéticos que animan, escriben, producen y tienen el don de la voz del lector de avisos. Junto al inolvidable Jorge Oviedo (voz fundadora de la Ranquel que también hizo periodismo) y Julio Girard (por poner sólo dos ejemplos). Olivera fue uno de ellos. Esto le permitió ser animador de muchos programas, improvisando o escribiendo, culminando con la animación en clubes, vecinales y la zona en la LV16 de Biset en calle Rivadavia en los 70, de espectáculos con conjuntos modernos de entonces, que previamente pasaban por su programa en la emisora.
Yo inicié una amistad que se mantiene hasta hoy con Olivera a mediados del 59, cuando trabajando en una empresa del recordado Mauricio Charnabroda, éste me sugirió que podríamos elaborar un micro con música y textos con tan importante figura. Lo hicimos por un tiempo -escribí los textos y Buby seleccionaba la música- y finalmente tras haber rendido un examen como locutor recalé en la vieja radio en informativo.
En 1965 y 1966 se dió la feliz circunstancia que estando los dos a la misma hora pudiéramos leer a dos voces los panoramas de Ranquel en Colón 78,desde la sala grande, esto es un eufemismo porque de grande no tenía nada y más de una radio FM tiene hoy más espacio. (...)
Podemos citar dos habilidades de Buby, disimular los furzios (algunos también dicen furcios) que eran más frecuentes porque todo se hacía en vivo, incluso avisos; era un habilidoso en eso, lo mismo, en otro aspecto, un seleccionador paciente y de mucho conocimiento en cuanto a discografía, para decirlo mejor, toda la discografía. Cuando fuí representante en 1969-71 de Music Hall, Hispavox, Capitol y otros sellos, Olivera solía acompañarme en los viajes, especialmente a San Luís, donde visitábamos en Villa Mercedes a Julio Girard, que en aquellos momentos alternaba sus actividades entre Río Cuarto y aquella ciudad".
Miguel Ángel Musto habló para Lv16.com manifestando sentir “un inmenso dolor porque fue una de los primeros compañeros que tuve en Radio Río Cuarto y un amigo leal. Formó parte de un grupo de voces excepcionales junto a Jorge Oviedo y Lalo Pinasco, fueron un equipo que realmente pasó a la historia por la calidad de sus voces microfónicas, no sólo para Lv16 sino para toda la radiofonía de Río Cuarto”.
Musto describió a Olivera como una “voz microfónica de excepción y definida personalidad para transmitir el mensaje radial. Tenía un programa en Radio Río Cuarto llamado “Música 1010” que contaba con una legión de oyentes que tenían una particular comunicación con Él, básicamente por la calidad de la selección musical que realizaba”.
Miguel Ángel relata que tenía largas conversaciones con Olivera sobre fútbol, era un hincha fanático de San Lorenzo, pero sobre todo lo destaca por ser un buen compañero y amigo.
En el anecdotario de Musto recuerda que Olivera era técnico mecánico por lo que le regaló una radio hecha por él mismo, Musto hasta la actualidad la conserva como símbolo de una amistad preciada.
Radio Río Cuarto despide a este grande la locución, acompañando a su familia en el dolor de semejante pérdida...