“Vuelo sin Mapa
Ella era el avión. Tendida en la noche, volaba.
De pronto, se dio cuenta de que había perdido el rumbo, y ni siquiera recordaba adónde debía ir.
A los pasajeros, los pasajeros que su cuerpo contenía, no les importaba nada ese despiste. Todos estaban muy ocupados bebiendo, comiendo, fumando, charlando y bailando, porque en el avión de su cuerpo había espacio de sobra, sonaba buena música y nada estaba prohibido.
Tampoco ella estaba preocupada. Había olvidado su destino, pero las alas, sus brazos desplegados, rozaban la luna y giraban entre las estrellas, dando vueltas por el cielo, y era muy divertido eso de andar atravesando la noche hacia ningún lugar.
Helena despertó en la cama, en el aeropuerto”.
- Eduardo Galeano -
Natalia Morán Martini es una privilegiada porque trabaja en el lugar que ama, porque fruto de la constancia y el estudio trazó el mapa hacia la concreción de un sueño que es el hacer lo que le gusta, así ella consiguió abrir su camino, uno con alas y corazón, para hacer de su lugar el mundo.
Tiene unos ojos grandes negros y en su piel trigueña las huellas del sol caliente de Dubai, lugar de su actual residencia cuando no está en el cielo o perdiéndose en alguna callecita del mundo.
Natalia ríe, contagia energía, y a la vez cada una de sus palabras transmiten una paz profunda que habla de un trabajo interior fuerte, en donde el vivir con disfrute el presente es una acción diaria y constante. Viaja con una valija cargada de sueños, ligera de equipaje, porque ha entendido que no se necesita mucho para disfrutar de las distintas culturas
Esta riocuartense que hoy visita dos veces por año su terruño, trabaja para una de las líneas aéreas más grandes del mundo “Fly Emirates”, por dicha razón debió cambiar su lugar de residencia y partir hacia Dubai donde comparte departamento con otra compañera de la empresa.
Natalia es Cabin Crew o Tripulante de Cabina de Pasajeros hoy se encuentra en Tailandia y mañana puede estar en New York, su trabajo es la proyección de un gran sueño, querer conocer el mundo y este trabajo se lo permite.
En una charla íntima, donde las preguntas se precipitan en catarata porque simplemente ver su álbum de fotos genera miles de cuestionamientos acerca de las sociedades y culturas, Natalia abre el mapa de sus experiencias y uno, amante de los viajes, se atreve a volar con ella…
¿Cómo es trabajar para una de las líneas más importantes del mundo?
A veces no me doy cuenta, pero cuando me detengo a pensar dos segundos, o cuando veo una publicidad, ahí me da un poquito de piel de gallina y me siento orgullosa de formar parte de esto.
¿Cómo ingresaste a la misma?
Lo había intentado una vez, y no llegué. Cuando ingresé fue por pura casualidad, en un Open Day que ni siquiera había planeado ir... Creo que dejé librado a las fuerzas del universo algo que había querido con todo mi corazón, y sucedió.
¿Por qué optaste por esta carrera?
Se me puso como un sueño casi imposible de alcanzar, cuando me di cuenta que sería el mejor trabajo del mundo. Quería viajar por el mundo, con todas mis fuerzas, y esta carrera me pareció la mejor oportunidad... Te pagan por volar por todo el mundo.
¿Cómo es volar a distintos lugares del mundo?
Es mágico... A veces me asomo por la ventana y ni yo me creo estar ahí. Que en 12 horas estés de una punta del mundo a otra, es mágico. De la noche a la mañana pasás de Dubai a New York, de Sydney a Bangkok y así todos los días.
¿Cómo es la experiencia de trabajar continuamente con distintas personas del mundo?
Es impresionante, al principio todo un desafío. Somos más de 20 mil cabin crew en la compañía, de más de 125 países del mundo. Todos los vuelos son con nuevos compañeros. Aprendés a tolerar, a respetar y a entender cuán diferentes somos las personas... Pero a la vez, tan iguales por dentro. Terminás amando las diferencias, porque así es como formamos el mejor equipo.
Nos une un objetivo que es llevar a 300 ó 400 personas sanos y salvo a destino, y eso se logra de una sola manera, con el trabajo en equipo, Teamwork le llamamos nosotros. Cada uno con una habilidad diferente, con una personalidad especial que nos diferencia de los demás...
¿Tenés la posibilidad de conocer los lugares a los que viajás?
Claro, desde 24 a 48 hs o incluso 72 hs de base en algunos destinos. Es maravilloso... Aterrizar en un lugar nuevo para explorar es lo que te llena de ansiedad y de ganas de empezar un nuevo día de trabajo.
¿Qué lugar te ha llamado más la atención?
Uy…, tantos.
¿Qué te sucede cuando volás al ver el mundo desde otra perspectiva?
Me sigo asombrando, como desde el primer vuelo... Todo lo que veo, me deslumbra. Y en realidad, no es verlo desde otra perspectiva... Creo que se trata de VERLO con los propios ojos.
¿Qué cosas te han llamado la atención de las distintas culturas que has conocido?
Que en medio de un país tan pobre, como Bangladesh por ejemplo haya un hotel 5 estrellas con todos los lujos, mientras en la esquina hay niños que no tienen que comer. También, ver en países como en India, que la gente sea tan feliz sin necesidad de tener o poseer grandes cosas...
Me llama la atención la amabilidad de la gente en cada rincón del mundo, sin importar la cultura... Lo importante y racial que puede llegar a ser la religión en algunos países del mundo. Y me llama la atención lo desconectado que estamos los unos de los otros y que en un mundo tan globalizado como el de hoy haya cosas que no se sepan de un rincón del mundo al otro...
¿Cómo es la vida en Dubai?
Dubai es una ciudad con sólo el 10% de ciudadanos locales, el resto somos todos extranjeros. Por lo cual, es una ciudad con rincones de todo tipo. Tenés desde espacios latinos, hasta indios, filipinos, ingleses, etc. Es una ciudad "artificial", hecha por la mano del hombre... Muy artificial diría yo. Se vive bien, pero es una ciudad cara y muy calurosa, nunca llueve... Y a decir verdad, se extraña la Argentina...!!!
¿Cuándo se viaja tanto, el hogar dónde está?
Hoy por hoy, mi hogar es mi interior... Allá donde asiento mi maleta cada día. En donde está mi presente, está mi hogar. Hoy me siento cómoda en cualquier lugar del mundo donde me toque parar... Aunque mi corazón siempre en Río Cuarto, con mi familia y amigos...
¿Encontraste tu lugar en el mundo conociendo tantos nuevos paisajes?
Creo que varios, he logrado llegar a sentirme cómoda en todos los lugares, me he dado cuenta que como te sientas por dentro es lo que importa. Tu presente, como disfrutes el momento, estés donde estés. Entre mis lugares favoritos: Kenya, Tailandia e Italia.
¿Cómo manejás el cambio de horarios que experimentas?
El jetlag al principio cuesta, después de los 6 meses empezás a aprender cómo manejarte. Es fácil! Comer cuando se tiene hambre, dormir cuando se tiene sueño... Hacer ejercicio es el mejor remedio para combatir la fatiga. Porque este es un trabajo en el cual se vive con un cansancio bastante crónico. Lo importante, es hacer lo que el cuerpo te pida, y no dejar de estar activo. Una de las cosas más lindas de este trabajo es eso en realidad... No tener horarios específicos para la comida, o para dormir... Sino hacer lo que el cuerpo tenga ganas de hacer, sin estructuras o rutinas... Y eso es genial.
¿Cómo es la vivencia con tus compañeros?
Es maravilloso, en algunos vuelos encontrás a quien de repente se convierte en tu mejor amigo o simplemente a un grupo de personas muy divertidas que pasan el día juntos haciendo turismo en algún destino exótico y luego no los volvés a ver. A veces toca salir solo y explorar toda una ciudad por tu cuenta.
¿Cuál es el ritual que hacés cada vez que comienza un nuevo viaje?
Mi día arranca preparando la maleta, con lo justo y necesario. Luego de haber descansado unas horas, un buen desayuno y una ducha... Y a prepararse para estar en el aeropuerto 2 hs antes del vuelo. Ahí te encontrás y conocés a tus nuevos compañeros para los próximos 3 días.
¿Qué te ha sorprendido de los viajeros que van en la línea aérea en la que trabajás?
El ambiente es siempre muy cosmopolita. Llevamos a pasajeros de todo el mundo. Conocemos historias de todo tipo, en cada vuelo. Lo que me ha sorprendido varias veces es ver gente mayor, con mochilas a cuestas y con una gran aventura por delante. El avión en si es una caja con más de 300 historias y sorpresas a bordo... Unas tristes, otras alegres... Hay de todo! No hay vuelo en que no me emocione por algo...
¿Hasta dónde pensás llegar en esta carrera?
Hasta el día en que volar ya no me parezca mágico, hasta el día en que no me haga feliz, (no creo q llegue ese día jamás).
¿Qué es volar hoy, que lo hacés cotidianamente?
Sigue siendo algo Magico, me fascina, me hace mucha ilusión.
¿Cuánto cambiaste y te transformó la experiencia de conocer el mundo?
¡Mucho...! Totalmente agradecida a la vida por esta experiencia. Aprendí que el mundo tiene tanto para darnos, y enseñarnos. Aprendí que nada es imposible si hay ganas. Todavía me falta mucho por recorrer y aprender. Lo que más feliz me hace, es haber aprendido a ser Feliz y valorar el simple hecho de levantarse cada día y tener un nuevo día por recorrer con lugares y situaciones nuevas, sin saber que me espera! Y con muchas personas por conocer! Eso para mí es adrenalina y felicidad plena! Muy agradecida por lo que vivo día a día.
Por Laura A. Pereyra
Fotos: Archivo de fotos de Natalia Morán Martini