Los precios de la soja cerraron ayer con fuertes bajas en la Bolsa de Chicago, producto de las magras exportaciones semanales relevadas por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés).
Además, sumaron a la tónica bajista la fortaleza del dólar frente al euro y el avance de la siembra de la oleaginosa en Brasil y en la Argentina, donde el clima favorecería las labores agrícolas durante las próximas semanas.
Al cierre de los negocios, las pizarras mostraron quitas de US$ 5,23 y de 7,35 sobre los contratos noviembre y enero de la soja, cuyos ajustes resultaron de 318,85 y de 317,47 dólares por tonelada. Según la agencia Reuters, durante la rueda los fondos de inversión especuladores liquidaron unos 11.000 contratos, equivalentes a poco menos de 1,5 millones de toneladas.
En su reporte semanal sobre las ventas externas estadounidenses, el USDA relevó ayer negocios por 655.600 toneladas de soja, por debajo del volumen del informe anterior, de 2.087.400 toneladas, y lejos del rango previsto por los operadores, de 1,4 a 1,8 millones de toneladas.
Amortiguada por la coyuntura doméstica, la soja reflejó ayer en forma parcial las bajas externas. En efecto, las fábricas pagaron entre 2200 y 2250 pesos por tonelada disponible para las terminales de la zona del Gran Rosario, por debajo del rango vigente el miércoles, de 2250 a 2300 pesos. Este descenso de las cotizaciones restringió aún más el intercambio de mercadería vigente en la plaza física, con buena parte de los vendedores resueltos a esperar por la reducción de los derechos de exportación y por una devaluación del peso que les posibilite mayores ingresos por la mercadería remanente de la cosecha 2014/2015.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones noviembre y mayo de la soja perdieron US$ 2,20 y 3, mientras que sus ajustes fueron de 241,18 y de 224,80 dólares por tonelada.