La entidad sectorial cree que el nuevo gobierno bajará las retenciones.
El girasol, cuarto cultivo en importancia del país, también quiere jugar en el ballottage. Según un comunicado que ayer difundió la Asociación Argentina de Girasol (Asagir), cuando aún queda un mes para finalizar la siembra, los productores analizan aumentar la superficie movidos por la expectativa de una baja en las retenciones y la mejora del 13% en el precio internacional del aceite en los últimos 40 días.
"Estamos convencidos de que el próximo gobierno modificará sustancialmente, si no las elimina, las retenciones del 32% sobre el girasol, que desde 2007 vienen oprimiendo a la cadena de valor", afirmó Luis Arias, presidente de Asagir.
"Sin considerar modificaciones en el tipo de cambio oficial, y si las retenciones bajaran a cero, el productor cobraría unos 315 dólares por tonelada, lo que posicionaría al cultivo de girasol como una alternativa muy competitiva para las provincias de La Pampa y Buenos Aires", sostuvo.
Jorge Ingaramo, asesor económico de la entidad, calculó que "considerando un rinde de 20 quintales por hectárea, el productor podría sumar unos 273 dólares más si las retenciones al girasol desaparecieran".
De acuerdo con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, hasta el momento se sembró con girasol el 41,2% (597.300 hectáreas) de un área estimada en 1,45 millones de hectáreas. De esta manera, cuando resta menos de un mes para que concluya la siembra del cultivo faltan implantar más de 850.000 hectáreas.
En los últimos días había temor entre diferentes actores vinculados al sector a que no llegue a sembrarse toda la superficie prevista. No obstante, el ballottage parece impulsar un cambio de humor para los productores.