Un empleado de Starbucks escribió sonríe en el café de una joven mujer, lo que sucedió fue inspirador. “Tú no sabes todo el odio a sí misma que se tiene esta chica, ni que ha pasado hambre por casi la mitad de su vida”.
Bekah Georgy es una chica que sufre de anorexia y ha intentado acabar con su vida repetidas veces. Las cosas no han sido fáciles para ella. Los momentos de alegría y equilibrio son fugaces, aunque intenta ser entusiasta y resaltar lo positivo del mundo. Recientemente Bekah fue por un café al Starbucks como lo hacía de manera habitual, pero esta ocasión sucedió algo diferente. El chico que la atendió le escribió “sonríe” en su vaso. Y eso cambió radicalmente el día de esta muchacha, tanto que decidió escribir una carta para contárselo a él y a cualquiera que busque historias inspiradoras:
Querido trabajador de Starbucks
Tú no me conoces y no conoces mi historia. Y algo más importante, seguramente no sabías que escribiendo “sonríe” en mi orden cambiarías mi día para mejor. Cuando me miras es posible suponer que soy feliz, burbujeante y llena de vida, pero nadie me puede ver por completo. Tú no sabías que detrás de esta sonrisa hay una chica que se ha caído y quebrado en mil partes. Tú no sabes todo el odio a sí misma que se tiene esta chica, ni que ha pasado hambre por casi la mitad de su vida. Ella ha tratado de suicidarse 5 veces.Apuesto que tampoco sabías que estas semanas, y ese día en particular, la estaba pasando muy mal. Tú estabas preocupado de hacer tu trabajo, no te diste cuenta de que al escribir esa minúscula palabra en mi café cambiarías mi día y posiblemente mi vida.
Tal vez escribiste “sonríe” en mi trago porque viste mi tubo de alimentación. O quizás pudiste ver más allá de mi falsa sonrisa porque has pasado por lo mismo que yo. De cualquier manera, estoy agradecida. No tenías una razón para hacer mi orden especial. Pudiste haberme tratado como a cualquier cliente regular. Sin embargo, te tomaste un segundo más para agregar algo positivo a una vida que ha estado llena de negatividad últimamente.
Verás, mi día consistió en una horrible visita al doctor y una horrible sesión de terapia. Me llenó de desesperanza y mis pensamientos suicidas habían comenzado a ponerse peor.Cuando mi anorexia está mal un café es lo único que puedo beber. Ese día estaba asustada de incluso beber café. Si no me hubieras dado ese vaso, quizás me hubiera hecho más daño a mí misma esa noche. Cuando leo esa palabra no puedo evitar sonreír, literalmente.
Un acto simple de bondad puede significar el mundo para alguien. Puede proveer esperanza al desesperanzado. Ahora planeo mantener esta esperanza. Así que muchas gracias, te agradezco por cambiar mí día.