Según la Bolsa de Cereales de esa provincia, la principal productora del cultivo, la baja sería de 40%; pérdidas en soja
La superficie sembrada con maíz en esta provincia para la próxima campaña se reduciría 40% respecto de la actual y superaría apenas el millón de hectáreas. También caería fuerte la producción, alrededor de 26,5 por ciento, según estimó la Bolsa de Cereales de Córdoba.
Si las proyecciones de la Bolsa se confirman, la campaña 2015/16 será la de menor área sembrada de las últimas siete campañas. Córdoba es la mayor productora de maíz de la Argentina.
El economista Gonzalo Agusto dijo a LA NACION que para la campaña 2015/16 los márgenes serán ajustados o nulos tanto en maíz como en trigo y soja porque se conjugan el aumento de costos internos y los bajos precios internacionales. Con todo, la oleaginosa es la que presenta los mejores resultados, principalmente porque los costos de siembra son sensiblemente inferiores a los del maíz, su principal competidor en el uso del suelo.
En ese escenario, la reducción del área sembrada de soja sería menor que en los otros cultivos porque más allá de los problemas que enfrentan los productores el panorama es un "poco más cierto". La estimación del área sembrada estará en pocos días.
La Bolsa proyecta para la soja un margen bruto de rentabilidad en campo propio de 126,9 dólares por hectárea en la campaña 2015/16, lo que implica una reducción de 42 por ciento en relación con la anterior. El neto sería el más bajo en cinco campañas. Para el cálculo, la Bolsa utiliza el rendimiento promedio de las últimas tres campañas, que es de 30,7 quintales por hectárea.
En campo arrendado, a pesar de los menores alquileres que se están fijando, el margen sería directamente negativo y el rendimiento de indiferencia alcanzaría los 33 quintales por hectárea.
"Los bajos precios, el alza de los costos internos y la incertidumbre política en momentos de toma de decisiones son las claves que explican la reducción fuerte del área sembrada de maíz y trigo", señala Agusto.
Para la Bolsa, la siembra de maíz es "económicamente inviable". Durante la última década, la Argentina registró un aumento sostenido en los costos que implicaron una caída en el poder adquisitivo de los productores. Un ejemplo de esta dinámica son los sueldos del personal agropecuario: en 2005 se necesitaban 31 quintales de maíz para pagar el sueldo de un tractorista, mientras que en la actualidad son 66. La relación insumo-producto aumentó 110 por ciento en diez años.
En el caso del gasoil, la relación aumentó 130% en ocho años. Según la Bolsa, a la suba de costos se agregó una creciente intervención del Estado a través del establecimiento de retenciones y fijación de cuotas a la exportación que se traducen en un menor precio para el productor.
La Bolsa subraya que ante esta coyuntura es necesaria una "señal urgente para revertir la caída en la intención de siembra".