Cuidar de un animalito no es tan fácil como parece y, en general, la gente tiende más a improvisar que a asesorarse con su veterinario de confianza. Hay muchos detalles a los que estar atentos y, muchas veces, se pasan por alto cosas importantes que podrían afectar la salud de los miembros no humanos de la familia.
Estos son algunos de los errores más comunes que se cometen y que pueden evitarse incorporando algunos cuidados a la rutina:
(1) Permitir que el perro pasee a su dueño: Un perro que no tiene el entrenamiento adecuado puede tirar demasiado fuerte de la correa cuando se lo saca a pasear. Esto no solo puede lastimar al animal, sino también al paseador, que muchas veces tropieza y cae. La solución ideal es buscar un adiestrador canino que les enseñe a pasear sin ponerse ansiosos.
(2) Subestimar pulgas y garrapatas: Más allá de la picazón, las pulgas y garrapatas pueden trasmitir diferentes enfermedades, incluyendo fiebres y la peligrosa enfermedad de Lyme. Por esto, cada vez que un perro o un gato pasa demasiado tiempo en el exterior, hay que revisarlo y, por supuesto, mantenerlo inmunizado con pulguicidas.
(3) Olvidar la desparasitación: Los parásitos en el aparato digestivo son comunes en perros y gatos. Causan vómitos y diarreas, pero además debilitan a la mascota, que puede contraer otras enfermeades. Los perros infectados, además, contaminan el suelo donde hacen sus deposiciones. Para evitar esto es vital desparasitar al animal en forma regular y mantenerlo vacunado.
(4) Sobrealimentarlos: Muchas veces, y con la mejor de las intenciones, los dueños mantienen el plato de su mascota siempre lleno. Los gatos suelen ser más disciplinados y solo comen cuando tienen hambre. Pero los perros son más golosos y pueden engordar hasta un punto insalubre si se los deja comer sin límites.
(5) Abandonarlos al sedentarismo: Una mascota necesita ejercicio para mantenerse sana y feliz. Los perros necesitan espacio para correr y los que viven en departamentos requieren de más de un paseo diario. Los gatos, aun cuando se adaptan mejor a la vida en espacios confinados, necesitan mover los músculos y descargar energías, por lo que es importante encontrarles tiempos y espacios de juego que, a la vez, les sirvan de ejercicio.
(6) Hacer que los gatos compartan la caja sanitaria: ¡Alerta! Caldo de cultivo de infecciones y enfermedades. Además, los gatos son algo delicados en cuanto al uso del "baño" y, si huele mal –o huele a otros animales– pueden no querer usarlo y acabar ensuciando la alfombra.
(7) No interactuar: Perros y gatos, sobre todo cuando son cachorros –y mucho más los perros que los gatos– necesitan de la interacción con los seres humanos. Dejarlos de lado, ignorarlos, no atender a sus necesidades ni compartir momentos de esparcimiento criará un animal antisocial.