Los médicos locales cuentan que en Kodinhi nacen unas 15 parejas al año y estiman que por cada 1.000 nacimientos entre 36 y 40 son múltiples, una cifra «muy alta» si se compara con el resto del planeta.
Nada es dos minutos mayor que su hermana Fida. Las dos tienen 11 años y han terminado sexto en la misma clase. Siempre han ido juntas, no conciben estar una sin la otra. Su madre, Naseema, se enteró de que tendría gemelas a los siete meses de estar embarazada, pero el anuncio no le sorprendió. Su hermano también tiene dos hijos idénticos. Y muchos de sus vecinos. Y los vecinos de sus vecinos. «Dios ha bendecido este pueblo, es la única explicación que encuentro», cuenta la mujer en el porche de su casa en Kodinhi, una pequeña localidad escondida en la selva de Kerala, al sur de India.
En este misterioso lugar rodeado de palmeras y árboles de jaca los bebés nacen de dos en dos. Kodinhi tiene una de las tasas de gemelos más altas del mundo: unas 500 parejas entre las 4.000 familias de la zona. Se trata de gemelos monocigóticos (dos embriones concebidos tras la partición de un solo cigoto) o dicigóticos (originados por la fecundación de dos óvulos por dos espermatozoides distintos), conocidos como gemelos idénticos y mellizos respectivamente.
Los médicos locales cuentan que en Kodinhi nacen unas 15 parejas al año y estiman que por cada 1.000 nacimientos entre 36 y 40 son múltiples, una cifra «muy alta» si se compara con el resto del planeta. En Asia y América Latina la tasa es de ocho gemelos por cada millar de partos, menor que la de África central, donde se llega a los 18. En Estados Unidos y algunos países europeos se sitúa entre nueve y 16, mientras que en India no llega a nueve, lo que convierte a este singular pueblo en un oasis dentro del subcontinente.
Sus habitantes afirman que el fenómeno se inició hace pocas generaciones. «Los gemelos más mayores tienen 90 años, pero las parejas empezaron a crecer hace tres décadas. Ahora hay medio millar de pares y varios trillizos», afirma Puallani Bhaskaran, presidente de la Asociación de Gemelos y sus Familiares, que desde 2006 lleva el control de los gemelos en el pueblo. La idea es darles asistencia si la necesitan y llevar un registro de los nacimientos. El hombre, padre de hijos idénticos, se queda mudo al preguntarle por las razones que aclararían el enigma de su aldea. «Han venido científicos de Pune y Hyderabad, pero no sabemos qué concluyeron; creo que nada», se limita a decir con el rostro de quien ya no trata de explicar lo inexplicable.
El primero en ponerse a estudiarlo fue el doctor Sribiju, un médico local que, desde hace una década, ocupa su tiempo libre en observar esta rareza. A día de hoy sigue sin hallar respuestas claras. «Creo que hay algo en el ambiente que está causando ovulaciones múltiples en las mujeres de Kodinhi. Es poco probable que se deba a razones genéticas en un sitio tan concreto». Su amigo Bhaskaran le apoya en esta difusa teoría, más por resignación que por convicción, y señala el agua como posible factor.
No obstante, el genetista Giriraj Chandak, del Centro de Biología Celular y Molecular de Hyderabad, se desmarca de esta idea. «La gente suele hablar de diferencias étnicas o de factores relacionados con la comida, pero creo que esas pruebas son anecdóticas al lado de las evidencias científicas. Si me jugase mi dinero, apostaría a que las razones genéticas son la clave», apunta.
Pero Chandak no se atreve a poner su cartera sobre la mesa. Años atrás formó un equipo para estudiar este lugar y sus investigaciones no hallaron resultados consistentes. Lo mismo le ocurrió en Mohammadpur Umri, en el estado norteño de Uttar Pradesh. En esa pequeña aldea de 1.500 habitantes había 33 pares de gemelos, una cantidad nada normal. Se volvió con las manos vacías porque no pudo determinar qué sucedía.
Casos como los de estas dos localidades indias no son únicos en el mundo.Cândido Godói (Brasil) o Igbo Ora (Nigeria) también inquietan a los científicosmientras Benín, el país con la mayor tasa, tiene 27,9 por cada 1.000 partos. A lo largo y ancho del planeta, la tasa de gemelos idénticos se ha mantenido relativamente estable, en torno a cuatro por cada millar de nacimientos. En cambio la aparición de mellizos varía país a país y en general está aumentando. Los factores que baraja la comunidad científica tienen que ver con la edad de la madre -las posibilidades crecen con la edad y vuelven a disminuir después de los 38 años-, el número de embarazos previos a la gestación gemelar, el uso de anticonceptivos, el componente hereditario o hasta la altura de la mujer.
Desde hace tiempo se ha incorporado otro elemento: el uso de la tecnología de reproducción asistida, como la fecundación in vitro, la inseminación intrauterina o la inducción de la ovulación. Según datos de la Universidad de Pensilvania (EEUU), las mujeres tienen una probabilidad del 1,5% de tener un embarazo múltiple en condiciones normales, una cifra que podría aumentar hasta el 25% con el uso de tratamientos de fertilidad.
«Aunque no podemos excluir que hay pequeños efectos por la comida, los principales impulsores son simplemente genéticos, demográficos y tecnológicos», afirma el sociólogo de la Universidad de Oxford Christiaan Monden, que en 2011 realizó un estudio sobre las tasas de nacimientos gemelares en países en desarrollo. La investigación, realizada junto al economista Jeroen Smith, se publicó en la revista científica PLoS One.
En las 4.000 familias de la zona hay 500 parejas
Como la edad de la embarazada, el número de hijos y el uso de la tecnología médica se ven afectados por los factores culturales, se puede decir que también hay factores culturales», añade.
Pero la realidad de Kodinhi no es sencilla: las mujeres se casan y quedan embarazadas a una edad temprana, su estatura no es especialmente relevante y los tratamientos de fertilidad no están extendidos en la zona, lo que ayuda a mantener vivo el misterio.
En plena selva, este pueblo de mayoría musulmana es atravesado por una carretera en buen estado que va uniendo los diferentes barrios. Las casas humildes de los campesinos se mezclan con las mansiones de quienes emigraron a los países del Golfo Pérsico en busca de negocios y han vuelto con los bolsillos llenos. El padre de Akshay y Anay, de cinco años, viajó a Arabia Saudí. Montó su propio taller mecánico en Riad pero, como la mayoría, no regresó millonario. «Es un trabajo duro y allí está solo, pero trae dinero y es mejor que trabajar en India. Cada año viene un mes a vernos», dice su esposa Sayitha. La última vez que volvió ella quedó embarazada. Esperan un bebé. Sólo uno esta vez.
Los que serán sus hermanos acaban de llegar de la escuela. Anay trae mala cara, no le ha hecho gracia tener que ir en domingo a hacer meditación por el Día Internacional del Yoga. Su madre sonríe. «Me sentí muy afortunada al tenerlos, no es normal que vengan dos a la vez, fui muy feliz», dice con los ojos cerrados mientras se toca el pecho, como si hubiese asistido a un milagro.
Lo cierto es que en Kerala la histórica devoción por los hermanos idénticos no entiende de genética y cigotos. Se escapa de los límites de la ciencia y se sumerge entre las diferentes creencias religiosas que conviven en la región.
Hay que remontarse al siglo IX, cuando entre los cristianos de Santo Tomás instalados en esta zona tropical se expandió la veneración hacia Mar Sabor y Mar Proth, dos gemelos obispos de Persia. Con la llegada de los comerciantes portugueses, de la mano de la Iglesia católica, los cristianos de Kerala pasaron a considerarse herejes y los dos prelados fueron repudiados. No obstante, los fieles no tardaron en adoptar nuevos ídolos latinos: San Gervasio y San Protasio,considerados los primeros mártires de Milán. Gemelos, claro. Los escritos narran que los verdugos del Imperio decapitaron a Protasio y mataron a golpes a Gervasio con látigos de puntas de hierro por cuestiones de fe, aunque su verdadera historia es foco de discusión entre historiadores.
Los gemelos buscan casarse entre sí: "es más fácil"
Hoy día en la localidad de Kothanalloor, al sureste de la ciudad de Kochi, una iglesia que lleva el nombre de los dos santos reúne cada año a más de 1.000 gemelos en una misa dedicada a los que no nacieron solos.Bobin y Bibin, de 30 años, es la segunda vez que asisten. «Venimos porque es nuestra fiesta, nos sentimos bien con otros como nosotros», dice el primero. Visten elegantes, con la misma camisa a cuadros, los mismos pantalones, los mismos zapatos y el mismo cinturón. Ambos son enfermeros en el hospital de Calicut. «Algunos pacientes nos confunden, pero ya estamos acostumbrados», reconoce Bibin, más tímido que su hermano mayor.
Misa Masiva
Durante toda la mañana del 19 de junio, día de los dos patronos, van llegando familias enteras al encuentro. Padres con un bebé en cada brazo, madres que dieron a luz a tres niñas al mismo tiempo o hermanos gemelos que se casaron con gemelas y han tenido gemelos. Todos pasan por un listín en el que se registran, hacen cola para fotos personalizadas y esperan a los tres grandes momentos del día: la comida comunitaria, la misa abarrotada y la procesión que cierra un evento iniciado hace nueve años.
«En 2006 decidimos reunir a todos los gemelos de la comunidad. Se acercaron 36 parejas. El año siguiente vinieron más y al siguiente más. Esta vez hemos registrado 650 pares», cuenta el coordinador del acto, Joy Gervasis, mientras muestra orgulloso las fotos de cada edición con todos los presentes posando juntos frente a la iglesia. Con los años, la escalinata que asciende hacia el santuario se acabó quedando pequeña para tal multitudinario instante.
Quien asiste a esta celebración tiene sus motivos para otorgar sus ofrendas a los santos idénticos. En una comunidad donde la descendencia se considera «un milagro», los creyentes sin hijos rezan para tenerlos y quienes tienen gemelos creen que se los deben a los mártires de Milán, afirma el vicario de la iglesia,Gregorio Varghese. «Aquí no preguntamos ni su religión ni su casta. Yo les bendigo a todos, porque todos son bienvenidos».
A sus 15 años, Akhil y Nikhil, tienen claro que quieren ser curas cuando acaben los estudios. Su padre, Saju, conduce un Maruti 600 y se emociona cuando recuerda «el regalo divino» que fue tener dos hijos al mismo tiempo. Lejos de explicaciones místicas, a Dilraj y a Dinker les ha traído un deseo más carnal. Estos treintañeros que aprovechan cada momento para darle uso a su palo selfie buscan pareja.«Queremos esposas gemelas. Así es todo mucho más fácil. Nos entendemos mejor, compartimos problemas, vemos la vida igual...», afirma Dinker, que concibe esta congregación como «un momento muy importante para nosotros», lo que explica sus nervios. No pueden perder ni un minuto.
La conexión especial que dicen tener Dilraj y Dinker también se aprecia en Akber y Anwer, dos dentistas que comparten clínica desde hace tres años. Akber cuenta que siempre le ha costado separarse de su hermano, con quien tiene una «relación única», y que sufrió cuando tuvo que estudiar un tiempo en Estambul. «Siempre estaré agradecido por tener a alguien igual que yo a mi lado», dice, tras reconocer que no le importan mucho las teorías sobre los nacimientos de gemelos. Le importa su hermano: «Puedes perder a un amigo, tu esposa se puede marchar, pero tu hermano gemelo siempre estará ahí contigo».