La presidenta Cristina Kirchner monitorea todos los días con nerviosismo las encuestas de intención de voto, que no son alentadoras, en la residencia presidencial de Olivos. Su gran apuesta será ahora provocar con su discurso definiciones más claras sobre políticas públicas de su principal adversario, el primer candidato a diputado bonaerense del Frente Renovador, Sergio Massa, su principal amenaza electoral.

"Buscaremos que Massa hable y que diga qué piensa; que se defina sobre la coparticipación, la estatización de YPF, la reforma judicial, las jubilaciones y los planes sociales".

La atención está focalizada en el resultado de la provincia de Buenos Aires, clave para un triunfo en las primarias de agosto y en las elecciones legislativas de octubre. Pero en la Casa Rosada crece el descontento por la desorganización de la campaña del candidato a diputado kirchnerista del Frente para la Victoria (FPV), Martín Insaurralde. Cristina Kirchner se enfureció por un error de información de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE), que dirige Héctor Icazuriaga: hace dos semanas le dijeron que Massa no se presentaría como candidato ni rompería con el FPV. Ocurrió lo contrario. "Estaba furiosa cuando Massa se lanzó", comentaron en Balcarce 50.

Otros funcionarios critican por lo bajo desinteligencias en el discurso presidencial y en apoyos a Insaurralde en los actos: le mandaron a Amado Boudou, Carlos Kunkel, Julio De Vido, José López y Emilio Pérsico, del Movimiento Evita, a la primera fila. "Con esos apoyos no hacemos más que darle votos a Massa", dijo un funcionario.

Los primeros sondeos no son alentadores para el Gobierno. Massa le gana a Insaurralde por unos once puntos. Según la encuesta de Poliarquía, la ventaja es de 33,7% a 22,8%.

Muchos ministros y funcionarios dan como posible una derrota en territorio bonaerense. Desde que es candidato, hace dos semanas, Insaurralde no pudo sacarse una foto abrazado a la Presidenta para recibir algo de la adhesión que ella despierta. Estuvieron juntos en un solo acto, el de lanzamiento de candidatos, en el club Argentinos Juniors, hace dos sábados. Pero Cristina no lo dejó hablar. Y lo saludó como a otras decenas de postulantes.

"Incluso, el discurso de Cristina fue sobre la reforma judicial, que fue anulada por la Corte Suprema y que nos trajo un tremendo desgaste público en la clase media", se quejó otro operador de la Casa Rosada.

¿Hará campaña Cristina junto con el poco conocido Insaurralde? Si bien anuncian la aparición de afiches y spots televisivos para la semana próxima, en Balcarce 50 algunos dudan sobre el involucramiento real de la Presidenta. "Será después de la reunión del Mercosur, el viernes próximo en Montevideo", vaticinó un alto funcionario.

"Igualmente la competencia verdadera será después de agosto, en las PASO no se juega la candidatura", acotó un ministro, disimulando algo de preocupación.

De todos modos, un dato preocupa: Cristina corrió a Alicia Kirchner de la candidatura porque no quería que el apellido Kirchner quedara asociado a la derrota. ¿Se asociará ella a la figura de Insaurralde? En el Gobierno hay versiones contrapuestas.

"Queremos que Massa hable para poder operar sobre su discurso", comentó un ministro. El silencio de Massa inquieta al Gobierno. Tratarán de arrinconarlo desde el discurso. Hasta ahora no dio resultado la estrategia de Cristina de instalar "que hay que definir de qué lado se está" y advertir que "todo el que no está con nosotros es opositor" y es una amenaza "disfrazada" a los logros del modelo. Su blanco claro es el intendente de Tigre.

Pero Massa evitará entrar en ese juego y dosificará sus apariciones para intensificarlas luego de las primarias abiertas (PASO) del 11 de agosto. Su pelea real contra Cristina será en las generales del 27 de octubre.

En medio de la incertidumbre, en el Gobierno causó preocupación la pérdida de votos del gobernador kirchnerista Maurice Closs en Misiones, el domingo 30 de junio. Perdió más de 30 puntos respecto de 2011. ¿Se replicará en otras provincias del Norte? "Closs se jugaba sus propios diputados provinciales. Imagine cuando juegue los diputados nacionales de Cristina", se alarmó un funcionario.

En la ciudad patagónica de Neuquén, el FPV salió quinto para la elección de concejales. En Tucumán el Gobierno espera una elección más reñida que en años anteriores por el desgaste del gobierno de José Alperovich por el crimen de Paulina Lebbos.

Muchos tucumanos consideran que Cristina le soltó la mano a Alperovich. Pero ella irá mañana a Tucumán para celebrar allá el Día de la Independencia. En Córdoba, Mendoza, Santa Fe y la Capital Federal el kirchnerismo espera derrotas significativas.

Por ese motivo, la Casa Rosada le prende velas a un repunte de la economía. Si bien los ministros estiman un crecimiento del 5% del PBI para este año, que podría ayudar en las urnas, los economistas privados hablan de apenas el 1,5 o 2%. Casi una expansión neutra para sumar adhesiones.

Con viento a favor, el kirchnerismo tiene el objetivo de que Insaurralde alcance el 40% de los votos -tal como dijo el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto-, y dejar a Massa en 30 puntos. "Por ahora venimos corriéndola de atrás", confió otro ministro.

Otra carta de la Presidenta es Daniel Scioli. El gobernador bonaerense será un todo terreno. "A Scioli lo necesitamos para ver al papa Francisco y para ir a Villa Fiorito. Es el único que nos queda, que excede nuestro voto", explicó un funcionario.

Fuente: LA NACION