El ingeniero de 50 años, vive en Estado Unidos y  ganó el concurso con un premio de 1.300.000 dólares otorgado por el centro espacial y el gobierno estadounidense, tendrá que generar un hábitat en que puedan vivir los astronautas en Marte.

Lo que el ingeniero argentino tiene que hacer es trabajar durante 3 años en un prototipo de hábitat para que los astronautas puedan vivir durante 6 meses en el planeta. La primera experiencia de tripulación se realizará recién en 15 años.

Según cuenta de León, el hábitat será como una pequeña base especial, donde podrán desarrollar las actividades cotidianas, “tendrá hasta gimnasio y por supuesto un laboratorio para hacer todas las investigaciones necesarias”.

De león dijo que el proyecto ya lo tenía desde antes solo que ahora le va agregar los elementos para las correspondientes investigaciones.

Según reveló el investigador de la Universidad de Dakota del Norte, la NASA está "firmemente planeando" el viaje a Marte. Para eso, están desarrollando un "gran cohete" llamado SLS (Space Launch System) y una cápsula de Orión. Esto se debe a que el viaje para llegar a Marte tardará  un año y para eso necesitaran mas que una nave espacial, explico el ingeniero. 


Esto no es de ahora…


Pablo de León es  de Cañuelas, provincia de Buenos Aires,  nació el 12 de noviembre de 1964 y cuando tenía 5 años de edad vio llegar al hombre a la Luna, desde ese momento el Ingeniero argentino quiso ser astronauta.

Hoy 45 años después viajará a Marte, gracias a un concurso que ganó por un proyecto de la NASA. En el 2009 ya había ganado otro concurso, pero de una característica menor.

Pablo, fue el primer argentino y segundo latinoamericano en volar en órbita en 1997 y hoy su trabajo es el de realizar trajes especiales avanzados para los astronautas.

Cada traje espacial que realiza Pablo cuesta varios millones de dólares, se encargará de realizar también su propio traje para la expedición. Al respecto, explicó que la gravedad de Marte es similar a la tierra por lo que va tener que utilizar trajes livianos pero fuertes para poder preservar la vida de los astronautas que viajaran junto con él.