La medida de fuerza prolongada se debe al contaste reclamo que el sector agrario viene realizando desde hace rato. Quieren conseguir un cambio de política agraria debido a la falta de rentabilidad, la suba de costos por inflación y la caída de mercados externos.
La medida de fuerza fue impulsada por Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA).
El campo reclama, entre otras cuestiones, la eliminación de retenciones a las exportaciones de granos como trigo y maíz, y a las economías regionales, terminar con el sistema de Roes (permisos de exportación), y quitar las trabas comerciales sobre las operaciones de venta al exterior, por ejemplo, de la carne.
Desde las entidades rurales se argumentó que la medida de fuerza es para "poner en evidencia la crítica situación económica que atraviesan todas las producciones agropecuarias del país".
El presidente de la SRA Luis Miguel Etchevehere en una entrevista con la agencia de noticias DyN dijo que "la medida de fuerza es justa y necesaria, y más en este momento de elecciones". Y también dijo que el paro es un llamado al próximo presidente de la nación para que haga algo con respecto necesidad y urgencia.
Pese al paro, en la dirigencia agraria no esperan que haya cambios para el campo en lo que queda del actual gobierno.
En este sentido, el presidente de Coninagro, Egidio Mailland, admitió: "No nos van a recibir ni van a atender el reclamo. Sí, van a seguir con parchecitos".