La industria cordobesa siente el impacto de la recesión y la devaluación en Brasil. Del total de exportaciones industriales de la provincia, el 52% tiene ese destino, con una alta concentración en automóviles y componentes de vehículos. Los números explican la inquietud de los gremios del sector y la preocupación de los empresarios.
Entre enero y mayo, según datos de Pro Córdoba, las exportaciones de la provincia cayeron 10% interanual, pero las de origen industrial perdieron 17%. La situación empeorará cuando se computen junio, julio y agosto. Guillermo Acosta, ministro de Industria de Córdoba, admitió a LA NACION que el golpe que produjo Brasil es por doble vía: caída del nivel de actividad en ese país y devaluación del real. Dijo que el comercio intraindustrial depende más del nivel de producción que del tipo de cambio, pero cuando "hay un desfase tan grande entre monedas, también impacta".
Ni Córdoba ni la Argentina tienen plataformas exclusivas para producir modelos de automóviles, por ejemplo. Esto significa que los mismos modelos se producen en las dos filiales y las compañías "comparan los precios", explicó Acosta. Es una decisión poco favorable para la plaza local, ya que fabricar una unidad en la Argentina cuesta unos US$ 2000 más que en Brasil, según sus cálculos.
Marcelo Capello, presidente del Ieral, indica que con las últimas devaluaciones del real, los salarios industriales formales argentinos en dólares y sin corregir por productividad están 140% por encima de los de Brasil. Además, definió la situación como "muy parecida" a la de los años 1999 y 2001.
De las terminales instaladas en Córdoba la más complicada es FCA (grupo que produce las marcas Fiat e Iveco), que destina a Brasil ocho de cada diez unidades que exporta. Lo reconoció su presidente, Cristiano Rattazzi, a LA NACION durante el reciente Coloquio de la Unión Industrial local, cuando insistió en que hay una "crisis de competitividad". Este mes la planta de Ferreyra trabaja cuatro días la primera semana y el resto serán de tres. La producción mensual rondaría los 5700 autos. Hace tiempo que viene con este régimen.
Rattazzi afirmó que la empresa busca compensar con el mercado interno, por lo que le pidió a la ministra de Industria, Débora Giorgi, que le libere unos US$ 70 millones más en el año para poder importar más. Hasta ahora no tuvo respuesta.
En Iveco, la actividad es normal. Fuentes del sector confirmaron a este diario que las expectativas están puestas en un decreto que aguarda la firma de la presidenta Cristina Kirchner para comenzar a fabricar el camión Euro 7, sin contaminación. Así ampliaría su oferta para la Argentina.
Renault es la menos perjudicada. La filial local de la compañía francesa trabaja en una nueva plataforma y en los modelos que reemplazarán al Clio Mio.
Por su parte, en la segunda quincena de este mes Volkswagen suspenderá durante cuatro días a 350 operarios de la línea de cajas de velocidad MQ200. En la empresa plantearon que aprovecharán para hacer "mantenimiento técnico"; la producción de ese sector va a Brasil.
OTROS PERJUDICADOS
La situación de las autopartistas varía según los casos. Algunas compensaron la baja de actividad de FCA como Denso, que logró órdenes de Toyota, o Gestamp, con un acuerdo con Peugeot.
Isabel Martínez, presidenta de la Cámara de Industriales Metalúrgicos, advirtió que la situación es similar a la previa a 2001: "En el año 99 Brasil empezó su proceso devaluatorio y nosotros no acompañamos, y dos años después estalló la crisis". Según sus cálculos, los costos del sector están 30% por encima de los brasileños y la capacidad ociosa ronda el 50%. "Las inversiones que fueron a Brasil no vuelven; igual que las piezas, quedan allá", resumió.
Para Rubén Urbano, secretario general de la UOM, la situación no es la del 99, pero admite que de la meseta de 2009 no se sale: "No sólo hay problemas por la devaluación de Brasil, sino porque hay una real falta de competitividad. Estamos preocupados con respecto al futuro del empleo en el sector".
En la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de Córdoba (Afamac), su presidente, Hugo del Boca, dijo que hay problemas tanto en el mercado interno como en el externo. Las ventas vienen cayendo desde 2012 y este año será, incluso, peor que 2014, que ya fue malo.
En Córdoba, el 90% de los fabricantes están radicados en el interior; ocupan a 11.000 trabajadores y exportaban entre 20 y 25% de la producción.
"La falta de competitividad es total; cada devaluación de Brasil nos perjudica más", apuntó Del Boca. La capacidad ociosa es del 60%. Junto con el brasileño, otro destino clave es Uruguay.
Rossana Negrini, presidenta de la fábrica de sembradoras Agrometal, explicó que no están afectados por Brasil porque no exportan. Igual el año terminará con la mitad de ventas de 2014.
Por su parte, Américo Alladio (h.), presidente de José Alladio e Hijos, planteó que dejaron de exportar a Brasil a fines de 2013 y que están reintentando abrir el mercado, pero aclaró: "Con esta crisis se dificulta mucho".
SE DESPLOMA LA EXPORTACIÓN DE AUTOS
En lo que va del año, las exportaciones de autos se desplomaron 21,1% en la medida interanual, según informó ayer Adefa. En julio cayeron 9,4% con relación al mismo mes del año pasado. En el acumulado de siete meses, se vendieron 51.286 autos menos a Brasil, principal socio comercial.
La producción de automóviles, en tanto, volvió a caer en la medida interanual (-8,3%) en julio, luego del tibio repunte de junio. En el año, el retroceso fue de 11,8%. Sin embargo, las ventas a concesionarios aumentaron el mes pasado 3,7%.
Isela Costantini, presidenta de Adefa, destacó que monitorea en forma permanente la situación de Brasil, cuyas compras cayeron 30% en lo que va del año. Sobre el alza de los cupos para acceder al dólar, Costantini dijo: "Es un punto que, sin duda, contribuye a nuestra previsibilidad".