En los últimos seis meses, cayeron un 33 por ciento las solicitudes de permisos de obras nuevas. El cepo y las expectativas de devaluación también afectan la actividad.
La incertidumbre generada por el proceso electoral, la suba del dólar, y la baja de los precios internacionales de la soja parecen haber provocado un freno al desarrollo de construcciones privadas en Río Cuarto.
La ciudad del sur provincial, que llegó a tener más de 200 edificios en construcción en simultáneo, hoy tiene apenas 90 obras de propiedad horizontal en marcha, cinco de las cuales fueron paralizadas en los últimos meses.
Según lo declarado en la Dirección de Obras Privadas de la Municipalidad, los pedidos para iniciar nuevas edificaciones cayeron un 33 por ciento en los primeros seis meses del año.
En lo que va de 2015 se presentaron pedidos para construir 95 mil metros cuadrados, frente a los más de 142 mil que habían sido solicitados en el mismo período del año anterior.
Pero en la Municipalidad no hay sorpresas. Guillermo Gattari, director de Planeamiento Urbano, indicó que hace ya dos años que se percibe una tendencia a la baja.
Este año, por ejemplo, se presentaron proyectos 47 mil metros cuadrados menos que en el primer semestre del año anterior. Se pidieron 511 permisos para construir, 326 para obras nuevas y 185 para ampliaciones. En el año 2014 habían sido 629 los trámites iniciados en los primeros seis meses del año por esos mismos tres motivos.
En junio, en tanto, se registraron 12.600 metros, un 30 por ciento menos que en mayo.
Preocupación
“Como se viene especulando con un aumento de divisas, los que tienen dólares no quieren desprenderse de ellos para pasarse a la construcción. Y además, el precio de la soja es muy bajo. Todo esto genera una caída importante para estos y los próximos meses”, contó Atilio Lunardi, presidente de la Cámara de la Construcción de Río Cuarto.
Lunardi repasó que en el año 2003 se vivió una fuerte reactivación del sector por elboom de la soja, que se llamó así pero involucró a todos los granos en general.
“Incluso construyeron muchos que no eran conocedores del tema”, sostuvo. Comentó que la calidad de la construcción y los proyectos mejoraron a partir de 2007 en la ciudad y que, en el año 2008, por el aumento del precio de los terrenos, se comenzaron a hacer proyectos más grandes, con empresas especializadas.
Recordó que la construcción tuvo un “parate” por la crisis del campo, con la resolución 125, en el año 2008. Indicó que recién en 2009 comenzó a recuperarse la actividad hasta 2011, donde “a partir del cepo y la baja de los cereales comenzó a decaer y lo sigue haciendo”.
“En la región dependemos de cómo le va al campo, porque es el principal sector que aporta dinero a la ciudad. Hay preocupación”, admitió Lunardi.