Renunciaron el director y el vicedirector del IOR, apenas unos días después del arresto de un alto prelado por corrupción.
La decisión del papa Francisco de llevar adelante una profunda limpieza en el Instituto para las Obras de Religión (IOR) ya está teniendo consecuencias. En medio del escándalo por el arresto de un alto prelado que usaba el banco del Vaticano para operaciones ilícitas , comenzaron a rodar las primeras cabezas. El director del IOR, Paolo Cipirani, y el vicedirector, Massimo Tulli, considerados responsables de no evitar maniobras turbias , renunciaron a sus cargos, según informó la Sala de Prensa del Vaticano.
La noticia, aunque esperada, cayó como una verdadera bomba en el Vaticano. Hasta ayer, Cipriani, un hombre cercano al cardenal Angelo Sodano, y Tulli eran dos personajes más que influyentes en el IOR. En su momento, el primero se había enfrentado duramente a Ettore Gotti Tedeschi, el ex presidente del banco del Vaticano que fue echado hace más de un año.
Según varias cartas secretas difundidas durante el denominado VatiLeaks, el escándalo de filtraciones de papeles reservados de Benedicto XVI, Cipriani había mandado a espiar a Gotti Tedeschi y elaborado un informe en el que lo acusaba de tener alteraciones psicológicas.
Según el comunicado del Vaticano, después de muchos años de servicio, Cipriani y Tulli decidieron renunciar "en el mejor interés del Instituto mismo y de la Santa Sede".
El consejo de superintendencia del IOR y la comisión de cardenales aceptaron la renuncia y le pidieron al presidente actual, el aristócrata alemán Ernst von Freyberg, de 46 años, asumir ad interim la función de director general, de inmediato.
La noticia, que en verdad no sorprendió vistas las medidas tomadas por Francisco en las últimas semanas en relación al IOR, llegó al cabo de una jornada clave, en la que monseñor Nunzio Scarano -arrestado el viernes por corrupción, fraude y calumnia- fue interrogado en la cárcel romana de Regina Coeli.
Según trascendió, Scarano, hasta hace un mes director contable de la Apsa (Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica), rechazó las acusaciones de corrupción y calumnia ante la magistratura italiana. Pero admitió que existía un proyecto para llevar a Italia 20 millones de euros de Paolo y Cesare D'Amico, empresarios navieros amigos de él. Scarano , apodado "don 500" por su pasión por los billetes de 500 euros, fue arrestado el viernes junto a sus dos supuestos cómplices, un ex agente secreto italiano y un broker financiero.
Su detención y la "colaboración" que enseguida manifestó la Santa Sede hacia la magistratura italiana desencadenaron un terremoto en el IOR, donde comenzó a percibirse un clima de fin de reinado y donde parecía sólo una cuestión de tiempo que rodaran cabezas.
Según la magistratura romana, de hecho, Scarano utilizaba el IOR "como un instrumento rápido y seguro para efectuar operaciones financieras y bancarias eludiendo, si no violando, normativas de antiblanqueo fiscal".
Y puede deducirse que si Scarano lograba actuar de esta forma era o porque sus máximos directivos -Cipriani y Tulli- se lo permitían o porque no ejercían correctamente los debidos controles sobre el IOR. Scarano tenía una relación muy fluida con ambos, con quienes se tuteaba, según interceptaciones telefónicas.
Aunque detrás de la renuncia de estos directivos está, sobre todo, la drástica determinación de Francisco de limpiar de una vez por todas el IOR, un banco con pésima reputación, acusado de blanqueo de dinero y problemas con las normas internacionales antilavado, bajo la lupa de la magistratura romana desde septiembre de 2010.
Justamente con este objetivo, en una primera intervención directa, el 15 de junio Francisco había nombrado "prelado" del instituto a un hombre de su máxima confianza: monseñor Battista Mario Salvatore Ricca, director de la Casa Santa Marta, la residencia donde decidió quedarse a vivir.
En una segunda intervención mucho más radical, la semana pasada, el pontífice argentino puso en marcha una comisión de cinco miembros con amplios poderes para investigar los secretos del IOR. Tal decisión representó un verdadero terremoto para sus directivos porque quedaba claro que Francisco no confiaba ni en ellos ni en sus informes. La puesta a punto de la comisión, de hecho, contrastaba con las declaraciones realizadas hace poco más de un mes por Von Freyberg, que en entrevistas a diversos medios había asegurado que no tenía indicaciones de irregularidades. Von Freyberg fue designado por Benedicto XVI, papa emérito, a fines de febrero, en una movida que había causado bastante perplejidad, al ser uno de sus últimos actos de gobierno.
En el comunicado que hizo pública su renuncia, Von Freyberg pareció respaldar a Cipriani. Junto a Gotti Tedeschi y a Tulli, Cipriani está siendo indagado desde 2010 por la fiscalía de Roma por una transferencia anónima de 23 millones de euros desde el IOR a otros bancos, bajo sospecha de reciclaje. Aunque su renuncia no tiene que ver con esa historia.
"En nombre del consejo de superintendencia agradezco el señor Cipriani y el señor Tulli por la decisión personal manifestada en el curso de los años", indicó Von Freyberg.
LA PRIMERA ENCÍCLICA, EN TIEMPO RÉCORD
La primera encíclica de Francisco , titulada Lumen Fidei (Luz de la fe) y en coautoría con su predecesor Benedicto XVI, será publicada el viernes, a menos de cuatro meses de la elección de Jorge Bergoglio como papa, anunció ayer el vocero vaticano, Federico Lombardi. Se trata de la primera encíclica de la historia escrita por dos pontífices vivientes, ya que Benedicto XVI había iniciado su redacción antes de renunciar, en febrero pasado.
La encíclica completa la trilogía sobre las virtudes teologales -Fe, Esperanza y Caridad- que Benedicto XVI no concluyó a causa de su renuncia. La fe en un Dios que se hizo persona, se encarnó en la sangre, en el cuerpo, en la vida y en la muerte del hombre será el eje del texto.
El texto será traducido a varios idiomas, entre ellos español, italiano, francés, inglés, alemán y portugués. La primera edición en italiano, de unas 90 páginas, tendrá una tirada de 500.000 ejemplares.