En medio de las sospechas por el manejo con los cupos de exportación que salpicaron a una cámara afín al Gobierno, la Secretaría de Comercio se reservó una mayor cuota de trigo para repartir por su cuenta, en desmedro de esa entidad.
En medio de las sospechas por el manejo con los cupos de exportación que salpicaron a una cámara afín al Gobierno, la Secretaría de Comercio se reservó una mayor cuota de trigo para repartir por su cuenta, en desmedro de esa entidad.
El 12 de junio pasado, el ministro de Economía, Axel Kicillof, autorizó una nueva cuota para vender trigo al exterior por un millón de toneladas. Después de algunas semanas de indefiniciones, finalmente Comercio decretó los cupos para Ciara, organización histórica en la que se agrupan las multinacionales del sector, y para Capeco, cámara creada en 2012 con el impulso del ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, con el supuesto fin de ayudar a firmas pequeñas y cooperativas.
Del volumen habilitado, a Ciara le correspondieron 640.000 toneladas, equivalentes al 64% del cupo total. En tanto, Capeco, presidida por Ider Peretti, un ruralista incondicional de Moreno que también conduce la Confederación General Económica (CGE), se quedó con 160.000 toneladas, el 16% de la cuota.
La sorpresa la dio Comercio al guardarse 200.000 toneladas para distribuir directamente al exportador, cooperativa, productor o acopiador que se lo solicite, sin pertenecer a ninguna de esas dos cámaras.
La Secretaría que conduce Augusto Costa hizo una acción similar en abril pasado, pero con el maíz. Esa vez se guardó 700.000 toneladas. Antes de esa experiencia con el maíz, el antecedente de Comercio dando cupos directos se conoció cuando por el acercamiento de la Federación Agraria Argentina (FAA) con el Gobierno la cooperativa AFA, que comparte socios con FAA, recibió unas 300.000 toneladas de trigo.
Comercio ahora se quedó con más cupos que Capeco porque le habrían llegado críticas de integrantes de esa cámara que no fueron beneficiados con repartos anteriores. Pero también habría tomado esa postura por sospechas que comenzaron a girar en torno a la entidad.
En febrero de 2013, LA NACION reveló que por un tiempo Peretti cobró cuotas de los socios de la cámara en una cuenta de una sociedad familiar. Después de que esa desprolijidad se hiciera pública, las cuotas pasaron a cobrarse íntegramente en una cuenta propia de Capeco.
Capeco nunca informó los nombres de todos sus socios. Se estima que, luego de tener más de 200, hoy estarían algo por encima de los 100, que tienen que pagar una cuota anual de unos 25.000 pesos.
Socios que están en esa cámara señalaron que nunca conocieron balances ni actas de resoluciones de la comisión directiva. En rigor, se desconoce la nómina completa de sus integrantes.
El mes pasado, el diario Clarín publicó, además, una serie de notas sobre cómo Capeco y Ciara confeccionaron listas de empresas para que luego el Gobierno otorgara los cupos. En esos artículos también se dio cuenta sobre un supuesto manejo irregular por parte de Peretti y su esposa, Daniela Borgogno, en el reparto de los cupos.
"Éstos podrían llegar a ser los últimos cupos que recibe la cámara de Peretti luego de las irregularidades que salieron a la luz", contó una fuente del sector comercial con acceso al reparto de los cupos.
Por lo pronto, en Capeco, hay socios disconformes porque pese a estar en la cámara no reciben cuotas para exportar. "No sólo no tengo información sobre qué hace la cámara, sino que tampoco me dan cupos", se quejó un exportador mediano.
UN SISTEMA CUESTIONADO POR EL CAMPO
Arranque en 2008
Ese año entró en vigor un sistema de permisos de embarque, conocidos como ROE, para la apertura de exportaciones por cupos
Blanco de críticas
Las entidades del agro objetaron desde un principio ese mecanismo por considerar que afecta la libre competencia entre los operadores y deprime los precios