Miembros de la organización jihadista confirmaron la muerte de Hafez Said y otras 30 personas; el coronel estadounidense en Medio Oriente, Brian Tribus, confirmó el disparo.
El jefe de la organización jihadista Estado Islámico en Afganistán y en Pakistán murió en un ataque efectuado por un drone estadounidense en el este de Afganistán, anunciaron las autoridades afganas y dos combatientes del EI presentes.
Según los servicios de información afganos, Hafez Said fue atacado cuando participaba "en una reunión con otros responsables" del EI la provincia de Narganhar, en la frontera con Pakistán, una zona muy inestable.
Dos comandantes afiliados al EI, exmiembros de los talibanes, que aseguraron estar presentes durante el ataque, confirmaron la muerte de Hafez Said. Según ellos, el cuerpo "fue enterrado en un lugar secreto".
En total, el ataque mató a "30 dirigentes de Daesh (acrónimo en árabe del EI)", indicaron los servicios de espionaje afganos en un comunicado.
El coronel Brian Tribus, portavoz de las tropas estadounidenses en Afganistán, confirmó que un disparo de drone norteamericano se había producido en esta provincia ayer, sin precisar la identidad de su objetivo.
La muerte de este dirigente del EI supone un duro golpe para la red extremista que, pese a encontrarse aún en estado embrionario en la región, trata de implantarse de forma duradera en esta zona a caballo entre Afganistán y Pakistán.
AVANCE DE EI
El gobierno afgano ha advertido que el grupo Estado Islámico, arraigado en Irak y Siria, está avanzando hacia Afganistán y está activo en por lo menos tres provincias. El Talibán, que lleva casi 14 años en guerra con el gobierno, ha advertido al grupo Estado Islámico que se mantenga alejado. Ambos grupos quieren la ley islámica, pero el talibán no reconoce el "califato'' autonombrado del grupo Estado Islámico.
La organización EI combate tanto a las fuerzas de seguridad gubernamentales como a los rebeldes talibanes, históricamente enraizados, especialmente en la provincia de Nangarhar. Numerosos miembros de los talibanes han desertado y se han unido a las filas del Estado Islámico.
Hafez Said había sido nombrado en enero por la dirección de la red extremista a la cabeza del EI para la "provincia del Jorasan", una región que engloba Afganistán, Pakistán, y ciertas zonas de países limítrofes.