El consumo en grandes cantidades de la popular combinación de fernet con Coca-Cola es hoy algo que caracteriza a los argentinos, que consumen tres cuartos del fernet que se produce en todo el mundo. Desde siempre, los cordobeses se atribuyeron el invento que pronto se extendió más allá de las fronteras de su provincia. Ahora, el prestigioso periódco estadounidense The New York Times le dedicó una extensa nota al trago, al que consideró un producto del "espíritu rebelde" de los cordobeses.

"Buenos Aires domina la vida política y cultural de la Argentina, pero Córdoba, una ciudad de 1,3 millones de habitantes en el interior, ha sabido rebelarse contra la capital al proyectar su propia identidad", sostiene el artículo, que menciona al fernet con coca, el rally y el cuarteto como parte del sello propio de los cordobeses.

"Todo el mundo tiene un fernet en la mano", contó al Times Carlos "La Mona" Jiménez al referirse a la gente que concurre a sus recitales. "Es horrible solo", dijo Jiménez, "pero con coca es otra cosa".

Para el periódico, el fernet con coca es una muestra de la rebeldía de los cordobeses contra las tendencias que prevalecen en Buenos Aires, y da cuenta de cómo el trago se extendió, en los últimos 20 años, más allá de las fronteras, hacia todo el país, al punto de que hace poco más de una década la demanda anual era de 10 millones de litros, pero en 2013 superó los 50 millones.

Las razones por las que el fernet con coca desplazó a otras bebidas son un misterio, sostiene el artículo, pero la nueva tendencia pronto se apoderó de Argentina. Sin embargo, Córdoba sigue siendo la provincia que más bebe fernet: con sólo el 8% de la población total de Argentina, consume más de un tercio del fernet de la Argentina.

La combinación de fernet y coca-cola "puede desconcertar en Italia, donde todavía se toma el fernet de la manera tradicional como digestivo" o como añadido al "espresso" antes del trabajo.
¿Por qué se extendió alrededor del país? Las teorías son varias, muchas de las cuales apuntan a la gran población de estudiantes universitarios pero también a los fanáticos de rock que viajan a la provincia a sus festivales en la sierra.


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