Para los empresarios es una historia bien conocida. De la mano de los primeros fríos del año, llegan también las restricciones en la oferta de gas, un insumo fundamental para la mayor parte del sector productivo.
Esa dificultad, con la que chocaron cada vez con más dureza desde 2006, volvió a repetirse desde mediados de la semana pasada.
Por orden del Gobierno, en los últimos días las compañías a cargo de la gestión del sistema gasífero le ordenaron a industrias de todo el país reducir sus consumos en hasta 40%, según los números que recogió LA NACION de más de una decena de compañías.
Las restricciones comenzaron de manera leve el miércoles de la semana pasada, recrudecieron el jueves y se mantuvieron durante el fin de semana. Más de 300 empresas resultaron afectadas, de acuerdo con las cifras que manejan en el sector privado.
Técnicos familiarizados con la operación del sistema de gas explicaron que hoy podría haber contactos con funcionarios para determinar si se mantiene el actual nivel de restricción.
Como ocurre casi siempre en el caso del gas, todo dependerá del clima: si las temperaturas se mantienen bajas, el Gobierno les dará prioridad de suministro a los hogares, que aumentan su consumo por el frío debido a las mayores necesidades de calefacción.
Aunque los manuales consideran que cualquier sistema gasífero tiene que estar preparado para enfrentar restricciones algunos días del año, en la Argentina la escasez se convirtió en una moneda corriente. Desde que la producción local del fluido comenzó a caer en el país y se necesitan más importaciones para cubrir la demanda, la oferta no alcanza para todos.
CASI UN TERCIO
Las industrias requieren unos 42 millones de metros cúbicos de gas por día. A mediados de la semana pasada se les restringieron aproximadamente 4 millones, que fueron escalando hasta unos 12 millones el jueves. Según fuentes del sector al tanto de la operación cotidiana, durante el fin de semana las restricciones fueron aun mayores, algo que les llamó la atención.
Las restricciones alcanzaron a casi todas las grandes empresas ubicadas en las regiones que atienden las principales concesionarias del país, como Metrogas (Capital Federal y parte del conurbano bonaerense), Gas Natural Fenosa (principalmente área metropolitana), Camuzzi Gas Pampeana, Camuzzi Gas del Sur y Litoral Gas.
Entre las empresas afectadas hay compañías de todos los rubros y tamaños. Las empresas del polo petroquímico de Bahía Blanca (Profértil y Dow); las siderúrgicas Siderar, Siderca y Acindar, y las automotrices (Ford, Volkswagen y General Motors).
También otras de menor consumo, como Mastellone y Danone (ambas usan la marca La Serenísima), Cargill, McCain, las cementeras Loma Negra y Avellaneda. También fabricantes de cerámica (San Lorenzo) y productoras de jugo.
A todas las compañías le llegó una notificación similar. La nota que vio LA NACION argumentaba: "Debido a la disponibilidad de inyección de gas natural a nivel nacional, inclemencias climáticas y por indicación realizada por el Enargas [el ente nacional que regula al sector gasífero, cuya intervención desde hace años está a cargo de Antonio Pronsato], Transportistas ordenados a esta distribuidora a fin de priorizar el abastecimiento a la Demanda Prioritaria [los hogares] es que, cumplimos en informarles los valores programados (autorizados) para vuestros consumos".
Al final, la nota indica que "en caso de que el cliente no respetara los consumos diarios programados por la distribuidora", será pasible de "las multas establecidas".
Los cortes a las industrias llegan en un momento en que el país importa grandes volúmenes de gas por barco, que arriba a los puertos de Escobar y Bahía Blanca.
CORTES TODOS LOS AÑOS
Menor producción
La producción local de gas comenzó a caer a partir de 2004, mientras que la demanda se orientó al alza. El resultado fue la reducción del superávit, que obligó a aumentar las importaciones
Sector productivo
Las industrias están acostumbradas a sufrir restricciones en los días fríos. En el país, el problema es cuánto duran los cortes