Los abundantes stocks disponibles en el mundo hicieron perder trascendencia al informe del USDA publicado esta semana.
Columna de Vasquetto
La mayor dificultad que enfrentan los precios de los granos es la gran oferta en un mundo que no va a crecer tanto como años anteriores. Los cambios de condiciones en los países considerados el motor de la economía global y que se perfilaban a ser las potencias del 2020, los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), enfrentan dificultades que hicieron disminuir las tasas de crecimiento. Esto fenómeno será coyuntural, de corto plazo, todos están tratando de poner a plena marcha su economía, China con una reforma fiscal a partir de octubre y Brasil con un ambicioso plan de obras públicas solo por citar algunos.
Si se reactiva la demanda tendremos al menos precios sostenidos en los granos que muestran sus cotizaciones en un canal lateral donde los precios llegan a mínimos para rebotar, pero nunca muestran subas sostenidas en sus precios. Son pequeños episodios provocados por el accionar de especuladores que mantienen una posición vendida en los granos apostando a nuevas bajas.
La buena noticia es que las compras pertenecen a industriales o comerciales que aprovecharon la oferta y compraron para asegurarse un margen de proceso rentable para sus compañías. Su contraparte los invitados de siempre “los fondos de inversión” (FI).
En este mundo de órdenes electrónicas los especuladores (FI) nunca se hacen la mercadería, mal podrían entregar lo que nunca producen y esto es importante conocerlo porque marca ciclos en las cotizaciones de los activos a la época de vencimiento de las posiciones donde se concentran las operaciones realizadas, y cuando estén obligados a desarmar sus posiciones los precios pueden mejorar en los meses donde se concentraron las ventas. Para desarmar una posición vendida necesariamente tengo que comprar y puede ocasionar subas puntuales. La salida de los fondos es probable que se anticipe si Estados Unidos decide aumentar la tasa de la Reserva Federal debido a que muchos saldrán del mercado de commodities para pasar a escenarios mas rentables o menos riesgosos.
Estas operaciones se concentran en la época de cosecha del hemisferio norte, Noviembre para la soja y Diciembre para el maíz, y obliga al productor local que utilizó herramientas de coberturas dos deberes:
1.- Mantener una posición financiera que le permita hacer frente a las diferencias de cotización.
2.- Estar atento para desarmar sus coberturas vendedoras ya que esperar mucho tiempo puede que no otorgue los mejores resultados.
Ponemos de manifiesto la importancia que tiene la planificación financiera, con mayor énfasis en estos años donde los recursos serán escasos es imprescindible concentrarse en el mediano y largo plazo, donde se concentran las oportunidades y debemos estar preparados para llegar y en las mejores condiciones posibles, nunca debemos perder la esperanza ni bajar los brazos.
El productor argentino sabe de crisis y atravesó varias, también conoce que su resultado es aleatorio dependiendo del clima, de la economía mundial, de las medidas políticas y recién después de estos argumentos aparece la oferta y la demanda, en un año donde los stocks y las producciones dejaron de ser importante para los operadores, haciendo que el informe del último miércoles solo sea el prologo del informe de superficies sembradas que se publicará a fin de mes hasta que el comportamiento del tiempo (clima) ocupe la escena, esto último solo si aparecen condiciones meteorológicas adversas.